Mar del Plata. (enviado especial) - "This is not a film" llamó la atención a cinéfilos y al público en general en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. La producción, de apenas 75 minutos, generó que a muchos les parezca extensísima y que incluso abandonen la sala antes de tiempo. Pero esta realización del iraní Jafar Panahi, el mismo de "Offside" y el que ganó el León de Oro en Venecia con "El circulo" en 2000, tiene una historia de prohibiciones y una logística tan extraña que es más atractiva que la película en sí.
La leyenda dice que "This is not a film" viajó de Irán a Cannes en un pendrive escondido dentro de una torta. Es que Panahi está bajo arresto domiciliario y condenado a no hacer películas durante los próximos veinte años. Es así que decidió producir una suerte de reality, filmado con su teléfono y con la cámara de su coequiper Mojtaba Mirtahmasb, en el que refleja cuestiones domésticas como un desayuno o cómo le da de comer a su lagarto en el living de su casa, y también diálogos con la abogada que le tramita su liberación.
Humor en cautiverio. Con algunos pasajes humorísticos y hasta didácticos, en el que el director cuenta cómo logró determinadas escenas en películas anteriores, hay momentos insólitos, como cuando acompaña al portero del edificio a recolectar la basura y filma dentro de un ascensor. Más allá de reflejar una cuestión política y cultural de Irán, la película desnuda el buen pasar de Panahi y sus comodidades burguesas, que envidiaría cualquier persona. Por críticas duras o por estar a favor de su poder expresivo, Panahi es una de las personalidades que, pese a su lógica ausencia, generó presencia en el festival internacional a partir de su polémico arte.
A pesar de los lógicos matices, el festival ratifica su espacio. Con salas colmadas, los marplatenses y los turistas se alejaron del sol y las playas para encerrarse en los cines desde las 9 de la mañana, o en maratones de películas argentinas durante las 24 horas.
La mirada central está puesta en la competencia internacional, pero también suma la competencia latinoamericana y la nacional, y el toque de glamour de los actores y directores invitados. Una fiesta que se extenderá hasta este domingo, o en rigor, el sábado por la noche, cuando se conozcan los ganadores.
Una de las primeras visitas internacionales fue la del director y actor estadounidense Alex Cox, quien ofreció una charla para el público y presentó su esperado libro "10.000 formas de morir", editado por el festival, y en el cual recorre la historia del spaghetti western que se hizo muy popular en los 70.
De las películas en competencia también destacó "Tirannosaur", de Paddy Considine, que combina violencia con melodrama.
Fuera de competencia. Aunque fuera de competencia, "Melancholie" demostró ser una de las más esperadas. El filme del polémico Lars Von Trier, por el cual se agotaron las entradas y obligó a agregar mas funciones, entró en el ciclo Autores.
La película arranca desde el fin del mundo, con un sello de cine arte típico del realizador danés, y luego explica los motivos. Se lucen Kirsten Dust y Charlotte Gainsbourg, junto a Kieffer Shutterland.