A nuestro alrededor pasan cosas de las que no nos enteramos. Ni por asomo. No importa cuanta atención pongamos, hay complicidades, tristezas, ligeros temblores, que se nos escapan. Están ahí, tan cerca que casi podemos tocarlos, pero no lo hacemos, sencillamente porque no sabemos que existen. Pero no para todos es así. Hay quienes pueden ver más allá. Como Superman, con su visión de Rayos X. Pasen y vean. Hace tiempo que opera, en la clandestinidad por supuesto, el Comando Remedio Contra Todos los Males del Mundo "Brad Pitt". Lo formó en 1995, después del estreno de "12 monos", un puñado de fanáticos del grupo inglés Monty Pyton, una siesta de verano en el Club El Paraíso de Granadero Baigorria. Hacía un calor insoportable y sin nada mejor que hacer pusieron manos a la obra. Su labor es vasta y silenciosa, y a lo largo de estos años ha dado sus frutos. Inesperados, pero frutos al fin. Fue suya la idea de alentar al actor norteamericano a que sedujera a Angelina Jolie durante el rodaje de "Sr. y Sra. Smith". En parte porque Angelina necesitaba ayuda, en parte para que Jennifer (Aniston, claro) quedara libre. Si bien sus fines siempre fueron altruistas no por eso renunciaron a sus instintos naturales. Y es bien sabido que las rubias son una debilidad para los hombres de buena voluntad. También lleva su firma la megacción de liberación de enanitos de jardín que se lleva adelante, en el más absoluto secreto, alrededor del planeta y que, inspirados en las enseñanzas de su padawan Alberto Lotuf, bautizaron Operación Polvorita. Y está claro que también responde a sus oscuros designios la maniobra relámpago que, después del intempestivo corte a cero de su ondulante melena rubia, terminó con la cabeza de Britney Spears oculta bajo una peluca fucsia. Si bien aún no lo ha revelado, la organización tiene un plan maestro. Secreto. Que guarda bajo siete llaves. Que pondrá en marcha después del tercer cuarto menguante lunar del año.