Kinky desembarca en la Argentina. Y en Rosario. Antes pasó por Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Culturas distintas, pero para este grupo mexicano hay un idioma que atraviesa fronteras. Y se expresa con los pies.
Kinky desembarca en la Argentina. Y en Rosario. Antes pasó por Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Culturas distintas, pero para este grupo mexicano hay un idioma que atraviesa fronteras. Y se expresa con los pies.
"El baile es un idioma en común, definitivamente. Nosotros nos divertimos mucho al hacerlo y es el corazón de nuestra música", dijo Carlos Chairez, guitarrista de la banda que se presenta mañana, a las 21, en Willie Dixon, Suipacha y Güemes.
Es la segunda vez que el grupo que completan Gilberto Cerezo (voz, guitarra y DJ); Ulises Lozano (teclados y programación); Omar Góngora (batería y percusión) y Cesar Pliego (bajo) llegan a esta ciudad.
La primera oportunidad fue el año pasado, en el Anfiteatro Municipal, nada menos que como soporte de los interminables UB 40, emperadores del reggae blanco. "Jamás imaginamos que nos toparíamos con UB 40 en un lugar como Rosario, pero estuvo bueno eso de compartir escena entre una banda muy conocida y una nueva", recordó Chairez con un acento muy típico de su región y luego aludió a las "niñas bonitas" que tiene Rosario, un lugar obligado en los extranjeros que llega a la ciudad.
Kinky presentará un repertorio integrado por sus últimos trabajos ("Rarities" y "Reina" ), siempre a caballo de un género difícil de encasillar, pero en el que predominan la fusión de estilos, que van desde el funk, el rock y el dance hasta la música electrónica, el trance, el pop psicodélico y la música regional mexicana.
"La idea es capturar un poco esa energía que hay en el baile a partir de los sonidos análogos. Pero partimos de hacer algo que fuera un poco mas interesante, que nos satisficiera", destacó.
Y prosiguió: "No era muy común mezclar elementos de electrónica con sonidos de la región, y nosotros lo logramos", dijo Chairez con cierto orgullo por el objetivo alcanzado, y recordó a "pioneros, como David Bowie, quien fue uno de los primeros en combinar sonidos en el pop y se convirtió en una gran influencia".
El guitarrista destacó que esa posibilidad un tanto ecléctica y riesgosa de experimentar géneros les abrió puertas en otros países que jamás habían pensado cuando iniciaron este proyecto: "Llegamos a varias partes de Europa y Estados Unidos simplemente porque consideraban que lo nuestro tenía un sello muy característico, como lo es esto de mezclar un acordeón con un beat electrónico. Y siempre hacemos lo que nos gusta".
Desde lo cotidiano. Más allá del toque sonoro, sobre el que ponen especial énfasis en su propuesta artística, Chairez destacó que también le dan atención a las letras de las canciones. "Tratamos de hablar de los temas cotidianos con el objetivo de resaltar los puntos de vista que a veces se pasan por alto. Por ejemplo en «Una línea de luz» o «Mirando de lado» proponemos ampliar una mirada. Apuntamos a la esencia, a lo sensual, a las vivencias y a lo sensual. Todo tiene cabida", consideró.
La influencia más marcada en la música de Kinky tiene una amplitud de géneros muy deliberada. "Desde la música norteña hasta el rock de nuestro país nos han proporcionado una influencia interesante, pero sobre todo de parte de los norteños, ya que son más bailables", indicó el guitarrista y una de las figuras principales de la banda.
Argentina también fue una usina generadora de influencias a partir del pop y México siempre absorbió todas las movidas de este país, sobre todo en la década del 80.
"Fue muy importante toda la época de Soda Stereo, ellos fueron una influencia muy apasionada para nosotros. Es que en tiempos en que en México no pasaban muchas cosas, el rock argentino estaba muy fuerte", rememoró en abierto elogio hacia el rock y el pop de este lado del mundo.
Para el show de mañana, en el que actuará como soporte Sinapsis, Chairez prometió una fiesta con "cinco puntos más de volumen".
Y adelantó: "En vivo somos una banda más noise, más ruidosa que en los discos. Es un show de rock y es algo realmente muy divertido". l
Por Azul Martínez Lo Re