Después de discos con mucha electricidad, ruido sónico y explosión punk, Diego Billordo lanzó “Aventura felicidad”, un álbum que se parece a un bálsamo y que esta noche presentará en Rosario.
Después de discos con mucha electricidad, ruido sónico y explosión punk, Diego Billordo lanzó “Aventura felicidad”, un álbum que se parece a un bálsamo y que esta noche presentará en Rosario.
Hace una docena de años que el músico platense desanda la vereda del indie rock porteño, exactamente desde la salida de su disco inaugural de canciones en forma lo-fi y grabado en una sola toma, “Lowfidelity” en 2002. Desde ahí siguieron cuatro álbumes, empezando por “Amor es capital” con toda su crudeza punk y terminando con “#Bueno”, de 2012, un trabajo amigado con los sonidos más calmos. Discos diferentes entre sí, todos marcados por algún signo de su tiempo y unidos por el aura under y la rebeldía sonora.
“Aventura felicidad”, además de ser un bálsamo —un paréntesis en su culto al ruidismo— es un disco acústico donde cada una de sus canciones destila una sutil ironía.
“Desde la idea de purificación es un bálsamo real, y la ironía me encanta siempre”, dice Billordo a Escenario. “No es malo reírse, no es malo el humor, y esa cosa de poder reírnos en el rock nacional, sin que te acusen de pomelo, lo veo como algo completamente irreverente, y por lo cual muy rockera. Todos temen en el rock nacional, todos perdieron su irreverencia, y yo no”.
—¿Cuál fue la idea que disparó hacer este nuevo disco?
—La idea de la aventura que puede ser querer ser feliz. Siempre tuve momentos malos y vengo de muchos momentos buenos y eso disparó todo en este disco nuevo. La aventura de ser feliz, por eso se llama “Aventura felicidad”.
—¿Y por qué acústico?
—Lo de lo acústico es porque yo siempre escuché mucha música, y eso lo iba sumando a mis discos, ya sea de forma real y directa y obvia cuando metía punk , indie o grunge y otras veces de formas muy escondidas. Nunca había metido casi baladas o canciones acústicas, y ahora me atreví. Es que igual cualquier canción mía se puede tocar en una criolla y sentí que era un buen momento de ir de lleno a eso, al folk, al indie folk . Me encantan Beck, Moldy Peaches, Adam Green, clásicos como Neil Young o Bob Dylan o low fi como Daniel Johnston. No sé... o de acá mismo Tanguito o León Gieco, y me dije “¿por que no?” ? y acá estoy. Disfrutando.
—¿Ser parte del under fue elección o te empujaron a ese lugar?
—El gusto musical popular, el ideario de lo que “está bien en la música”, ese paladar está históricamente lejano, muy lejano de lo que yo hago. Entonces es obvio que uno no va a ser popular jamás. Ni piensa en ello. Yo siempre desde chico veía muy mal algunas actitudes de artistas consagrados, y también su forma de laburar, componer, todo... siempre me gustaba lo no conocido. Si se ponía famoso dejaba de gustarme. Hoy manejo otra madurez con respecto a eso, pero al estar tanto en “el gremio” y conocer todo cómo es, disfruto no ser famoso, disfruto ser under e indie, porque esa licencia que me dio mi último disco de hacer lo que me pinte, ese “bálsamo” de purificación, no la tendría si fuera otra cosa.
—Entonces, la fama es puro cuento...
—¡Ojo!, yo laburo para que me conozcan. Yo doy la nota a este diario que es el más leído de Rosario, voy a radios conocidas, programas de TV o cable conocidos en la música, pero deseo profundamente que mi música “fea” me deje donde debo estar, y que se interesen los que se tienen que interesar. ¿Por que voy a estos medios grandes? Como está todo muy polarizado comunicacionalmente, y todo es tan caótico, y a la vez la cultura misma del under en Argentina se sigue manejando de otra forma, uno necesita sí o sí ir a medios no under para decir que es under. Asi estamos.
—Y, ¿cuál es tu idea de la canción y del rock actual?
—La canción debe ser libertad, alegría, y para disfrutar, y mi idea de rock debe ser la irreverencia. Hoy hay poco de eso.
—Y como artista públicamente declarado irreverente, ¿qué significa vivir en una ciudad gobernada por Mauricio Macri y el PRO?
—Es un espanto, por eso pasé de hacer 30 shows al año en Buenos Aires a sólo cinco o seis, y en cambio hago casi 50 recitales en el resto del país u otros países. Creo que Buenos Aires con el PRO tiene un presente y futuro muy triste y ojalá no pase al ámbito nacional y ojalá no entre más en Santa Fe como ya viene mostrando desde las últimas elecciones.
—¿Aún querés ser Pj Harvey?
—Sí.
Diego billordo toca hoy a las 22 en KIKA RESTO ARTE (urquiza 1580)
Por Matías Loja
Por Lucas Ameriso