"Creo que mi humor es desenfadado, aunque yo nunca estoy enfadado"
Es el típico artista que habla todo de corrido y sin casete. No tiene temor a irse por las
ramas. Es más, no le interesa demasiado. Pasa de algo inconexo a una salida lúcida. Alfredo Casero,
de él se trata, presenta su nuevo espectáculo “Estese confuso 2” hoy, a las 21.30, en
el teatro El Círculo.
19 de marzo 2010 · 01:00hs
Es el típico artista que habla todo de corrido y sin casete. No tiene temor a irse por las
ramas. Es más, no le interesa demasiado. Pasa de algo inconexo a una salida lúcida. Puede
desmenuzar una palabra en mil acepciones, a los dos segundos hablar de Maradona, del Cirque de
Soleil, del tipo de humor que le gusta a la gente y compartir o discutir con su interlocutor de
turno sobre cualquier otro tema. Alfredo Casero, de él se trata, presenta su nuevo espectáculo
“Estese confuso 2” hoy, a las 21.30, en el teatro El Círculo (Laprida y Mendoza).
Aunque no es una máquina de contar chistes, es muy fácil entender a través de algunas de las
expresiones ofrecidas en este reportaje por qué cambió una forma de hacer humor en la
Argentina.
—¿Volvés a Rosario con la propuesta de humor desinhibido y descontracturado que
siempre te caracterizó?
—No, ahora lo hago inhibido y contracturado, me contracturo, je, je. ¿Cómo hago para
contracturar el humor? El humor es una descontractura, porque son líquidos que mueven, para que yo
esté contracturado tiene que haber un orden de armado de las cosas. Y descontracturar es sacar del
eje, de la construcción, el líquido se mete por todos lados, te hace reír o no te hacer reír. Yo
nunca sé por donde voy, sé que voy caminando por los diferentes públicos donde lo voy haciendo. Mi
humor es desenfadado pero no tiene enojo. La palabra enfado es como la palabra bizarro. Pero
bizarro son los ganaderos, es una banda militar, ¿entendés?, un montón de gauchos a caballo, eso es
bizarro. Bueno, esto es lo mismo, pasa lo mismo con desenfadado. Yo nunca estoy enfadado, por el
contrario hay que buscar el camino para que lo que haga sirva para algo.
—¿Cómo es tu espectáculo “Estese confuso 2”?
—”Estese confuso” no tiene ni pies ni cabeza, porque lo único que trato es
poner a explicar prácticamente que el mundo es tan confuso que no tiene mucha salida. En realidad
es el momento de la gente común creativa, no del creativo publicitario, porque la publicidad hoy
por hoy es una cagada, ¿me entendés lo que te digo? La búsqueda tiene que estar al servicio de
algo, si no está al servicio de la gente es al pedo, ¿no? Bah, yo ya estoy grande para andar
probando cosas, pruebo directamente en la gente lo que creo que es mi forma de moverme en el mundo,
puede gustar o no. Pero no hay algo previo, tengo públicos enteros que son duros y los tengo que
conquistar siempre, tengo un trabajo que hacer y me encanta eso.
—Hay otro tipo de humor que se presenta más prolijo, con un comienzo, un nudo y un
remate, pero eso no corre en tus espectáculos.
—¿Pero te parece que soy desprolijo? La idea de prolijidad yo la cambio por efectividad.
Porque yo puedo mostrar mil cosas prolijas que son realmente una cagada, que no llevan a nada, no
son efectivas. Por ejemplo, no sé quién se habrá reído con un payaso del Cirque de Soleil, a mí en
la puta vida me hizo reír un payaso bien peinado. O sea, es prolijo, es estético, pero no te hace
reír. El payaso que a vos te hace reír es cuando mete la mano adentro de un tacho y hay mierda. La
gente tiene mil maneras de divertirse. La diferencia de estar ahí arriba es que te pueden odiar y
te están amando. Todos los que hablan mierdas de Maradona lo aman en realidad y piensan que son más
dueños de Maradona que los demás. Tengo la disponibilidad de un condenado a muerte, que ya me
importa tres pedos todo. Lo que quiero es conectarme con la gente dentro de lo que pueda, en el
amor, en la guerra , en la paz y sobre todo en la risa. Si no haría reír a jubilados, algo fácil,
tendría 16 chistes y chau. Pero no, me gusta meterme en otras cosas, yo los hago cagar de la risa y
punto, es lo que hace falta.