En su nuevo álbum, “Barcos”, Carlo Seminara se rodea de un montón de instrumentos: congas, cajones, pandeiros, berimbaus, bombo legüero, cajas chayeras, alegre, quijada, cajita, atabaques, entre los más populares y los menos reconocibles y, también, entre máquinas y otros accesorios. Quienes lo acompañan no se quedan atrás: una selección que toca timbales, marimbas, tambora, cuica, guitarra, banjo, bajo, contrabajo, acordeón, piano, sinte, clarinete bajo, violín, scratch, cello, guembri, farfisa y batería. Además, los ritmos a lo largo de los diez temas que conforman el CD, van de la cumbia al chill out, pasando por chacarera, candomblé, samba, free jazz, carimbó, meu boi, wanaragua, bulería y hasta murga uruguaya.
Por todo esto, quien se disponga a escuchar la música de Seminara tendrá que dejar de lado lo que se entiende por género musical y, al mismo tiempo, tener la oreja bien abierta. También, por esta multitud de cuestiones la presentación en vivo de “Barcos” de esta noche en el teatro Príncipe de Asturias del Parque de España no será un recital más.
“Barcos” suena muy diferente al CD anterior “A cada santo una vela”, sin embargo la filosofía de la música de Carlo Seminara parece ser la misma. “Sí, la esencia, la estética y la manera de contar es la misma, porque en definitiva es muy personal, muy viscera”, dice el músico. “La diferencia tal vez es lo que se cuenta en cada caso. El disco anterior, como todo primer disco, es una especie de catarata de ideas, acumulados a lo largo de muchos años; en cambio este disco fue gestándose en cuatro años, respondiendo a nuevas inquietudes y búsquedas”.
—¿Cuál es el hilo conductor de tantos ritmos diferentes?
— “Barcos” se sumerge mucho en la intervención de las matrices rítmicas, jugando, alterando las mismas, logrando nuevos ensambles y creando propios... utilicé muchos instrumentos de percusión diferentes, es mucho más tocado que el anterior. Y los climas que se logran son muy diversos, profundos. También hay un trabajo muy dedicado en cuanto al micro ritmo, de un pulso más elástico, ancho. Es lograr tocar de una manera diferente a la cuantización. El hilo conductor siguen siendo las diferentes músicas folclóricas latinoamericanas. Creo que se aprecian más en este disco. De hecho su nombre alude a esos barcos negreros, de conquista, los barcos trayendo inmigrantes que huían del hambre... Es la idea de que estas músicas, que rondan el tambor, viajaron en barcos. Al igual que “A cada santo una vela” es un viaje, geográfico, introspectivo y espiritual.
—También hay un mensaje oral?, ¿cuál fue la intención?
—El único discurso que hay en el disco es uno brindado por el Pepe Mujica en la cumbre Rio+20 por el desarrollo sustentable en junio de 2012. Fue añadido al tema porque la temática lo pedía. Se habla de la crisis energética, de ser humanos, de objetivos, valores, el consumo desmedido. En un principio había decidido no incluir material de archivo, pero lo pidió el tema, no le pude decir que no.
—¿En qué medida interviene Rosario y su realidad en tu música?
—Creo que Rosario interviene de la manera en que lo hace nuestro entorno, en cualquier caso. Es decir formamos parte de una comunidad, y nuestro entorno determina en mayor o menor medida eso que somos. En este caso en particular supongo que influye en la manera de ser, el ritmo de la ciudad. Una ciudad ribereña, todo esta relativamente cerca, es fácil conocer a la gente que está en el mismo ambiente. Una ciudad con una desigualdad social abismal, caminar y ver a cada instante las 4x4 llevándose por delante a un pibe que vende flores porque lo ve como un delincuente. Que sé yo, para mí la música es otra manera, otro vehículo desde dónde contar, dónde decir, y en ese decir hay belleza, agradecimiento, denuncia y tristeza, por ejemplo.
—¿Cómo se traslada toda esa música del disco al escenario?
—Cuando este proyecto se toca en vivo, el grupo ha adoptado el nombre de Carlo Seminara y La Barricada del Ritmo, y ahora está basada en una formación de noneto. Julián Venegas (guitarras y voz), Mariano Sayago (bajo), Mariano Braun (teclados y acordeón), Emanuel Marquiore (guitarras), y las percusiones de Silvina Andueza, Luciano Corvalán, Walter Pinto y Patricio Oneto. En este recital además estarán Julio Escudero (Marimba) de Río Cuarto, Ramiro Gonzalo (berimbau) de La Plata y los locales Marcelo Stenta, Marco Bortolotti, Mercedes Borrell, Kimey Gómez, Facundo Vitiello y la murga Los Vecinos Re Contentos. La música de “Barcos” es muy orgánica y dinámica, entonces se resuelve reflejar el espíritu, la esencia del tema más allá de las notas que hay que tocar.