La modelo rosarina, ex participante de Gran hermano famosos y amiga de Robbie Williams, al menos
por una noche, aseguró que ahora que bajó los 22 kilos que había subido en el embarazo se ve "mejor
que nunca". Sin embargo, Amalia Granata confesó a la revista Paparazzi que, más allá de que en
general se siente bien con su figura, no le gusta mucho su cola.
"Mi maldición es la cola. ¡Estoy re acomplejada!. Siempre fui muy flaquita pero con una cola
gigante. Cuando estaba embarazada no me podía ni ver. En la calle me la piropean, pero a mi me
gustaría que fuera mínima", aseguró Granata.
La modelo también se refirió a los problemas que tiene con Cristian
El Ogro Fabiani, el jugador de Newell's y padre de su hija Uma. "Todavía tenemos que
arreglar con los abogados el tema de los alimentos (que debería pasarle por la hija que tienen en
común). Siempre cumplió, pero por más que me pase plata, tiene que pasar lo que dice la ley y no lo
que se le antoja a él. Ni más, ni menos... Los hombres no entienden: la plata que él me pasa no es
para ir al shopping, sino para mi hija", afirmó.
Granata admitió que, si bien no volvería a formar pareja con Fabiani, aún tienen algunos
encuentros sexuales.
"Digamos que, cada tanto, con Cristian nos regalamos una noche de placer. Nuestra relación es
amor odio. Nos cagamos a trompadas en la puerta de Esperanto y al otro fin de semana estábamos los
dos jugando con Uma (su hija)", confesó la modelo quien aseguró que su ex "mandó a la m... a
Fernanda (Vives) cuando ella empezó a hablar. Ella creyó que se iba a casar pero para él fue una
noche y punto".
La ex amiga de Robbie Williams aseguró que está sola y que ningún hombre quiere tener una
relación seria porque tiene una hija. "Hace unos días viaje a las Cataratas del Iguazú y me puse a
conversar con un brasileño. Cuando le conté que tenía una hija huyó despavorido. ¡Qué triste!, ¿Qué
tiene que ver que tenga una hija?".
Luego, la propia Granata, dejó el casette de lado con una frase sincera: "Yo tengo una ley en
mi vida: me acuesto con quien me da la gana. Si esa persona me trae beneficios, como regalos o un
trabajo, bienvenido sea. Pero por guita, no. Si me regala un anillo de 20 mil dólares, bárbaro".