“Soy un ladrillo más en la pared”, dice Pity Alvarez mientras apura un trago de vodka en la entrevista exclusiva con La Capital.
“Soy un ladrillo más en la pared”, dice Pity Alvarez mientras apura un trago de vodka en la entrevista exclusiva con La Capital.
La charla es en el patio de una importante FM local y Pity se desparrama en un sillón dispuesto al ida y vuelta. Lleva su infaltable vincha con luz, su cinturón en el cuello, lentes oscuros y zapatillas rojas. Está más lúcido que nunca y con una pancita que no puede ocultar su remera negra con rayas blancas.
El motivo de la nota ofrecida ayer en la ciudad es la vuelta de Viejas Locas, una de las bandas clave del rock chabón, que se presentará este sábado, a las 21, en el estadio cubierto de Newell’s Old Boys. A continuación, un Pity auténtico.
—¿Por qué decidiste volver con Viejas Locas?
—Mirá, para mí todo tiene una etapa. Yo no me di cuenta pero estuve casi diez años en Viejas Locas, casi diez años en Intoxicados y ya se me estaba yendo la magia. O había que renovar músicos o dejar de tocar. El ciclo mío es más o menos diez años y ¿sabés que con mis novias también? Las dos novias que tuve me duraron lo mismo. Esa es mi tolerancia, es lo que me banco en las buenas y en las malas.
—Está bien, pero en tu documento de identidad firmaste Viejas Locas y eso fue hace mucho más que diez años.
—Sí, fue antes de formar la banda, era un proyecto, estábamos en un centro cultural gratuito y soñábamos con armar un grupo que se llame Viejas Locas. Mi firma es Viejas Locas, nunca pensé si me hago cargo de eso o no. Pero creo que mi firma de ahora sería Intoxicados.
—Ah, pero qué contradictorio, ¿y por qué?
—Y sí, porque es como que con Intoxicados fui por el camino a dónde quería ir. No llegué, pero era por ahí la cosa. Viejas Locas es más rocanrol, dpero en Intoxicados, sin ser una licuadora musical, la gente se podía bancar un carnavalito y después un rock. Estaba bueno cómo le enseñamos a la gente a que acepte distintos tipos de música.
—¿Viejas Locas vuelve por un sentimiento genuino o en el marco de las reuniones tipo Soda Stereo o Fabulosos Cadillacs?
—No, mirá, al principio se iba a dar en el mismo marco que todas, íbamos a juntarnos a hacer un recital y tal vez no vernos nunca más. Pero después, antes que se incorpore el guitarrista, que no es el original, nos dimos cuenta que estaban buenos los ensayos. No era un negocio ni un momento. Yo dije «esto da para más».
—¿Sos consciente de que tu voz es un sello de identidad en el rock argentino?
—No, si pasó no me di cuenta, mejor. Aparte, capaz que después te la empezás a creer un poquito.
—¿Te pasó que cuando adquiriste cierta popularidad te la creíste un poco?
—Sí, te pasa, pero al toque decís «no, soy un ladrillo más en la pared».
—¿Qué cosas te hacen dar cuenta de eso?
—En que no sos más ni menos que nadie. Lo único distinto es que salís más en la tele, la gente pasa y me saluda, nada más que eso. A veces pienso que si la gente no me saludaría en la calle sería más lindo. Qué sé yo, si me dijeran «Pity, me gustan tus canciones» y nada más, estaría bueno igual. Pero a veces te dicen «sos más importante que mi viejo», o «sos mi Dios». Y ahí no, ni a palos, ahí me corto, no me gusta, si escucho esto trato que se corte la charla, porque me gusta que tu Dios te defraude, o que diga «No, pibe, yo no soy tu Dios».
—Aparte si sos un Dios es mucha responsabilidad, no te podrías equivocar nunca, y vos sos falible.
—Todos nos equivocamos y hacemos cosas bien y mal.
—¿Por qué el rockero pregona sexo, droga y rock and roll? ¿Si no tenés excesos no sos un rockero de ley?
—(Pausa) No sé, para mí no tiene nada que ver con eso.
—¿Qué tenés que tener para ser un buen artista de rock?
—Para saber tocar rock tenés que saber tocar la nota principal que es el silencio, tenés que saber esa nota, tenés que saber tocar bien el silencio. Y para saber cantar tenés que soltar tu cuerpo, bailar y ser vos. La otra es transformarte en un caradura que se mueve al ritmo de la música. Porque no hay un baile de rock; ¿quién te dice cómo moverte en el rock?, es según cómo estoy en el momento, o según los astros.
—¿Y vos te preparás para ser un buen rockero?
—Yo no toco nunca la guitarra, lo hago sólo en los ensayos, además, mirá mis manos (muestra una lastimadura en su mano derecha), yo soy mecánico, me gustan los motores. Me tengo que poner las pilas para tocar más.