Se identifica como “masculino, femenino y singular”, y hasta se hace llamar
“la reina”. El creador de los Botton Tap, Aníbal Pachano, dijo que en su vida hay
“un antes y un después” a partir de su rol de jurado en “ShowMatch”, donde
volverá a estar a partir de mayo en El Trece, cuando se lance la nueva temporada de “Bailando
por un sueño”. Polémico, Pachano no reniega de su fama: “Pasé del anonimato a la
popularidad”, dijo de visita por Rosario invitado por un programa radial, y adelantó que
pronto llegará a la ciudad con “Pour la Gallery”, que sigue en Buenos Aires con todo
éxito.
—”El se cansó de hacer canciones de protesta y se vendió a Fiorucci”, cantaba
Charly García. Al saltar de Botton Tap a “ShowMatch”, ¿no sentís que te vendiste a
Fiorucci?
—No, lo que hice fue tomar una decisión de pasar del anonimato a la popularidad. De otra
manera iba a seguir trabajando para una elite, y para un círculo muy reducido. Necesitaba este
espaldarazo, soy una persona calificada para un concurso de baile.
—¿Por qué te sentís calificado?
—Primero porque los Botton Tap tenemos registrado un programa para un concurso de baile,
que se llamaba “La botonola”, pero en ese momento la televisión no creía que estábamos
capacitados para hacerlo. Después se dio la casualidad que Tinelli tuvo el formato para estos
“Bailando...”, y además fui elegido hace cuatro años para estar en el jurado y no se
dio, aunque mejor.
—¿En qué te favoreció esa espera de cuatro año?
—Sirvieron porque estoy más maduro y pude generar el personaje que generé. Porque dio que
hablar, la gente dice que Pachano se pone la galera, que dice tal cosa o bien opina otra. Para eso
sirvió, para generar una popularidad que se da en muchos niveles, aunque habrá una parte
antipopular que no le gusta lo que opina y piensa Pachano. Pero lo que nunca podrá decir nadie es
que no he sido honesto con mi trabajo y con mi rol de laburante.
—¿La gente ve a Aníbal Pachano o al personaje?
—No, a un personaje en cuanto a lo visual, pero después ve a Pachano. Lo que me pasa en el
aire me pasa en la cosa cotidiana, me salta la ficha en cuanto veo una agresión, cuando me faltan
el respeto, cuando veo un participante que no entra en razones, porque lo que explicás es para su
bien, es que en general a las personas les cuesta escuchar la crítica, le pasa a los amigos, que
cuando le decís algo que no quieren escuchar te atacan, y eso pasa en el programa.
—¿Creés que Tinelli banalizó la tevé argentina?
—Mirá, si la banalizó o no, no soy quién para decirlo, pero toda la crítica siempre está
puesta en lo que el tipo logró, y el logró algo popular como nadie. Creo que a veces tanta crítica
intelectual hace que un proyecto tenga más rating. El generó que a todos los que pasen por ese
trabajo les ocurra un antes y un después. Me pasó a mí, yo no soy el mismo después de Tinelli, la
gente te para, toca bocinazos el camionero, el pibe chorro, hay un espectro amplio de gente que
ahora me escucha y me toma como referente.
—¿A vos te incentivan de la producción para que seas polémico?
—No, ni lo necesitan, porque soy polémico naturalmente. Soy un tipo que le sacó la ficha
rápidamente a las personas, y a todas estas niñas que son las nuevas figuritas o figurones de la
televisión les vuelo la chaveta rápidamente.