Es refrescante encontrarse con un documental sobre Keith Richards que en ningún momento se regodea en el tema de los excesos o en la virtud de haber sobrevivido. El documental "Under The Influence", que se puede ver en Netflix, se trata de otra cosa. La cámara del realizador Morgan Neville se concentra en el viaje musical del guitarrista, desde sus primeras influencias hasta su evolución a través de los Rolling Stones y su carrera solista. Con el testimonio de Richards en el centro de la acción, el documental lo capta en plena grabación de su último disco como solista, "Crosseyed Heart" (2015), interactuando en el estudio con sus músicos habituales, los talentosos Steve Jordan y Waddy Wachtel. A partir de ahí "Keef" recuerda a su primer amor, el blues, y va desgranando anécdotas sobre su abuelo Gus (que lo inició en la guitarra), su madre (que tenía un "gusto musical increíble") y sus comienzos en los Stones. Es una historia que los fans de los Stones ya escuchamos mil veces, pero guarda el misterio de seguir siendo atrapante. Además Richards lo cuenta de forma pausada y serena, con la sabiduría y el sentido del humor que se ganan con los años. Hay imágenes inéditas y testimonios valiosos, como el de su amigo Tom Waits (nada menos) y el de su técnico de guitarras desde los años 80, Pierre de Beauport. También hay un emocionante recorrido por Chicago, ciudad blusera por excelencia, donde Keith charla con Buddy Guy mientras juegan al pool, y donde Richards dice que olvidó todo menos la dirección de los míticos estudios Chess. "Under The Influence" es un retrato actual de un personaje clave en la historia del rock contado a través de su principal motivación: el amor por la música.