Villa G. Gálvez.— Más de un millón de metros cuadrados no declarados, el 61
por ciento de los inmuebles con irregularidades, más de 70 propiedades de más de mil metros
cuadrados que no aparecen en los catastros, y más de 30 empresas que figuran como terrenos baldíos.
Son apenas algunos de los datos que arrojó un relevamiento territorial encarado en esta ciudad, que
busca regularizar la situación dominial de los inmuebles y emprolijar la recaudación.
La investigación, fruto de un convenio que rubricaron en mayo de este año
provincia y municipio, fue presentada ayer por la subsecretaria de Ingresos Públicos del gobierno
santafesino, Teresa Beren, y el intendente Jorge Murabito.
Con los datos en la mano, los funcionarios revelaron que el 47 por ciento de la
superficie construida en la ciudad no figura en los registros, lo que genera una fabulosa evasión
tributaria.
El trabajo, un relevamiento fotográfico de toda la ciudad, permitió detectar un
total de 21.4543 inmuebles. De ellos, 13.062 tenían diferencias entre lo detectado y lo declarado,
y un total de 1.122.032 metros cuadrados directamente no están asentados en Catastro.
Convocatoria. A partir de esto, las autoridades lanzarán una convocatoria a los
propietarios para que se pongan al día, y la intención es empezar por los casos más significativos.
"Tenemos empresas que emplean muchísimo personal, que facturan millones y en los planos están
asentadas sobre terrenos baldíos", dijo Murabito.
El intendente aclaró que "esto no se trata de generar un impuesto extorsivo,
sino de blanquear la situación, regularizar los dominios. Se va a intervenir con las grandes
superficies, vamos a empezar con los casos en los que sabemos perfectamente que pueden pagar",
afirmó.
En la misma sintonía, Beren advirtió que "más del 70 por ciento de los casos se
concentran en mil propiedades, y en empresas que están declaradas como baldíos y que tienen
capacidad contributiva".
Sobre esos "mil casos" comenzarán a trabajar, con el envío de sendas
notificaciones de catastro para que en dos semanas los dueños se presenten en la Municipalidad para
hacer su descargo o regularizar la situación. Quienes no se acerquen a las oficinas, serán
nuevamente notificados y, de persistir su conducta, "recibirán la visita de los inspectores que
tendrán la misión de corroborar los datos obtenidos en el estudio".
El objetivo, explicaron las autoridades, es comenzar con la emisión de los
impuestos del año próximo a partir de esta nueva realidad.
"No se puede administrar sin recursos. Estamos superando los 100 mil habitantes
y las perspectivas son de crecimiento. Esta es la oportunidad de hacerlo", insistió el intendente,
y aclaró que "esto no se produjo en un año ni en el tiempo que lleva esta administración. Esto es
el producto de décadas en las que no hubo cultura tributaria".
Si bien no revelaron las empresas que estarían funcionando en presuntos baldíos,
dieron sí el ejemplo de tres establecimientos que ocupan 1.200, 1.500 y 2.500 metros cuadrados sin
declarar. En total, tienen 31 firmas en estas condiciones, y 73 casos de inmuebles con más de mil
metros cuadrados fantasma. En definitiva, casi la mitad de Villa Gobernador Gálvez no existe en los
planos.
Rezonificación. Mientras tanto, desde la Municipalidad de esta ciudad se está
estudiando la posibilidad de establecer en breve una rezonificación para sincerar el valor de las
tasas municipales. "La ciudad tiene más de 15 zonas catastrales, y de acuerdo a la zona los
contribuyentes tributan la tasa general de inmuebles. Pero esta situación está completamente
desactualizada", explicó Murabito.
Como ejemplo, mostraron una boleta de TGI de una propiedad en Orán al 1700 que
paga 28 pesos, y una en Eva Perón, una de las más importantes de la ciudad, que tributa 17.
Pero la regularización dominial sigue siendo la primera preocupación, en una
ciudad que tiene el ingreso municipal per cápita más bajo de la provincia. Para tener una idea,
basta pensar que Villa Gobernador Gálvez tienen un presupuesto municipal similar al de San Lorenzo,
pero con una pequeña diferencia: la duplica en población.
Además, tiene una de las TGI más bajas de Santa Fe, y según las autoridades, tienen barrios
donde no llegan al 5 por ciento de la población.
“Creo que tenemos futuro como Estado municipal, y queremos mejorar la calidad de los
servicios, que la ciudad esté limpia, que haya bacheo”, anheló Murabito, aunque aclaró:
“Para esto necesitamos recursos. Lo que vamos a conseguir con esta regularización no es para
esta gestión, sino para todas las que vengan. Después, el pueblo dirá con su voto quién quiere que
los administre”.
La regularización catastral tiene para el municipio una importancia superlativa, ya que no
solamente permitirá ingresar más recursos por tasas. También movilizará desde un principio la
administración, y le dará más puntaje para la coparticipación.
El diagnóstico está hecho. Ahora viene la tarea de hacer que la gente blanquee y pague. El
nivel de presión a los evasores tiene que ver ya con decisiones políticas. Hay que ver hasta dónde
la administración quiere y puede ajustar las clavijas.