Villa Constitución.— Más de 5.000 villenses marcharon ayer por las calles de la ciudad en protesta por la suspensión de 794 operarios directos y 400 que se desempeñan como contratados en la metalúrgica Paraná Materiales, ex Metcon.
Villa Constitución.— Más de 5.000 villenses marcharon ayer por las calles de la ciudad en protesta por la suspensión de 794 operarios directos y 400 que se desempeñan como contratados en la metalúrgica Paraná Materiales, ex Metcon.
La manifestación recorrió los 4 kilómetros que separan a planta de la plaza de Villa Constitución y los vecinos se sumaron a medida que pasaban los operarios. La ciudad se paralizó, cerraron negocios y bancos, se levantaron las actividades en escuelas y en el municipio. Algunos recordaron "las viejas luchas sindicales", según el secretario adjunto de la UOM Villa, Juan Actis.
Camisas azules, pieles curtidas y una mezcla de frustración y bronca invadieron la avenida San Martín. La autopartista Paraná Metal —que pidió concurso de acreedores— decidió paralizar su planta y suspender a los operarios, sin goce de haberes. Desde ese momento se realizaron reuniones en la delegación Rosario de la Secretaría de Trabajo, en ese marco la empresa pidió un procedimiento preventivo de crisis (PPC).
Ayuda económica.Los obreros marcharon desde la carpa montada en la fábrica. En el marco de la movilización el integrante de la UOM, Leonardo Del Greco, informó a la multitudinaria asamblea que "se van a tener 500 pesos para antes de fin de año que envía el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno y luego seguiremos recibiendo los 600 pesos del subsidio de la Nación, por ahí, hasta que termine el conflicto", dijo en medio de un silencio total; que estalló en aplausos. El dinero es aporte de la Nación.
En la plaza todo era gritos, ruidos de tamboriles y bronca. "Son unos ladrones", gritaba la multitud sobre los directivos de la metalúrgica. Un vocero de la empresa aseguró a este diario que la intención del directorio es "mantener la fuente laboral", pero advirtió que sin una rebaja salarial "este negocio es inviable". No obstante, en la tarde de ayer se llevó a cabo una reunión en la sede de Trabajo entre los sindicalistas y la empresa donde se acordó un adelanto de una parte de la quincena (ver aparte).
Del Greco, un sindicalista con aros de oro y colita en el pelo, explicó que "la empresa ofrece cosas inviables, con la convocatoria no tienen insumos ni recursos, y hasta después del 15 de enero no deben entregarle producción a Ford. La empresa plantea la reorganización salarial y nosotros estamos suspendidos hasta el 15 de enero. La producción que adelanta es nula; 500 toneladas cuando hacíamos 3.500 por mes. ¿Cómo hacemos para mantenernos? Confiamos en que el gobierno de una solución, están trabajando rápido", se entusiasmó.
En el concurso la empresa aduce; reorganización salarial, trabajar con la mitad de personal y discutir un nuevo convenio. Estos puntos se rechazaron. "Los abogados dicen que la plata posconcursal la administra un juez y que la guita se guarda para la producción, pero nosotros no estamos nada bien", sintetizó el sindicalista villense.
"El que no salta es patronal", vociferaba la gente ante el escenario montado. "El pueblo apoya esta marcha. Es un pueblo que recuerda al villazo y la historia de Villa, en una plaza que vio festejos y luchas. Estoy emocionado hasta las lágrimas", dijo el secretario adjunto de la UOM, Juan Actis.
El calor era insoportable, mujeres, niños y operarios comenzaron a pedir agua, la que llegó de la mano de militantes del sindicato que ofrecían botellitas.
Los discursos se sucedieron; se destacó el de Rosa, la esposa de un operario y el de Marisa, quienes contaron su "lucha". También estuvo el dirigente social Raúl Castells, quien no dio discursos (ver aparte).
Los sindicalistas deslizaron una idea en sus discursos. "Si no hay capitales los tendrán que poner y si no vamos a hacer trabajar la fábrica nosotros", dijo Alcides Gallo, de la UOM Casilda. Varios sindicatos apoyaron la marcha: maestros, lecheros, estatales, dirigentes de la CTA, petroleros del sur y hasta la entidad patronal Asimra, de los industriales metalúrgicos.
En este sentido un de los oradores fue Mario Romagnoli. "Soy hijo de metalúrgicos y sé lo que es pelear. Hablo en nombre de las 25 empresas pymes que nos vimos perjudicadas por Paraná Metal. Esto logró que no podamos pagar, vimos al ministro de Trabajo de la provincia y pedimos por los 750 puestos de trabajo. No es fácil para mí como empresario estar acá, ustedes lo saben, pero estamos juntos", dijo emocionado. "Me tiemblan las piernas y se me sale el corazón. Si Metcon no se cerró tampoco se tiene que cerrar Paraná Metal", manifestó con voz quebrada.
El industrial aclaró luego que "nos dieron cheques diferidos para todo el verano de cerca de $1.200.000, pero esos cheques se cayeron y nosotros tenemos comprometido ese dinero para sueldos y movimiento de caja". Los pedidos de unidad sindical de parte de los dirigentes fueron muchos, todos cerrados con fuertes vítores y aplausos.
Maestras, estudiantes y vecinos estaban en la plaza. "Somos maestras y tenemos miedo que los chicos emigren. Es una cadena , si echan a los padres se van los chicos y la ciudad se cae", dijo Silvia, con impecable guardapolvo.
Juntos.El último discurso fue el del mítico dirigente villense Alberto Piccinini: "Podemos tener diferencias y podemos discutir, pero ahora estamos más juntos que nunca. La unidad y el compromiso son lo que nos endurecen en la crisis", dijo con voz pausada.
Al mediodía los obreros se dirigieron a Rosario, para hacer una reunión con "la patronal" en la Secretaría de Trabajo, y los 5.000 manifestantes se retiraron entre petardos y gritos.
Somos maestras, tenemos miedo, si echan a los padres se van los chicos y la ciudad cae"