El municipio de Venado Tuerto compactará antes del 10 de diciembre unos 75 autos y 700 motocicletas, al cumplirse los términos legales que establece la ordenanza reglamentaria sin que los interesados demostraran la titularidad de esos rodados para retirarlos del corralón.
La compactación es una opción a la que apeló la Municipalidad de esa ciudad, que ya tiene tres corralones colmados con 4 mil vehículos secuestrados en operativos, como producto de la comisión de infracciones, por no estar en condiciones y también sobre los que no se pudo demostrar titularidad.
La subsecretaria de Seguridad Vial municipal, Emilce Cufré, explicó que "esta medida se pondrá en marcha en el marco del Pronacom (Programa Nacional de Compactación de Autos y Motos Abandonados), al que nos adherimos a través de una ordenanza que declara la emergencia de los corralones y nos permite compactar vehículos que ya hace varios años están en depósito".
La funcionario destacó que "a través del Boletín Oficial y el diario informamos sobre la medida en los plazos que establece la ley y, ya vencido, debemos decir que no hubo una sola presentación que demuestre la titularidad sobre alguno de los vehículos. La compactación es inminente con una unidad móvil que vendrá a Venado Tuerto, quitará las partes de los vehículos que no sirven como chatarra y el producido de ese trabajo se entregará a los bomberos voluntarios, tal como lo establece la ordenanza".
Aún no está establecida la periodicidad con la que se llevará adelante la medida, ya que si bien la ley provincial refiere a seis meses posteriores del acta de secuestro, el municipio estima que se podría realizar una vez al año. También se evaluó el remate, pero es una opción más compleja, ya que no hay certeza sobre las condiciones mecánicas de los vehículos luego de tanto tiempo de abandono.
Obligaciones. "Cada persona que conduce un vehículo debe saber que existe una legislación que la obliga a portar la documental del mismo, el carné que habilita a conducir y, en el caso de motociclistas, el casco, o el cinturón de seguridad en los automotores. Insisto, no salimos a buscar infractores o a ver cuántos vehículos secuestramos, tratamos de tener presencia preventiva y que todo este trabajo, más allá de la sanción por la infracción, cause en la persona un cambio de actitud y adquiera la costumbre de obedecer las normas. Esta es una política de Estado municipal: por un lado la educación a través del organismo de Educación Vial y la Escuela de Motos, y por el otro, el control de la Dirección de Tránsito", explicó Cufré.
La funcionaria admitió que el bajo costo que años atrás tenían las motos pudo haber contribuido a que algunos infractores optaran por dejar el vehículo abandonado en el corralón y se compraran otro. Hoy, el valor de mercado impide dicha actitud, pero los motociclistas siguen siendo los mayores infractores y las unidades se abarrotan en los corralones.
"La gente no se acerca porque cree que liberar un vehículo es un trámite caro y engorroso, o porque no tiene la documentación en regla. Pero son gestiones ágiles, como la tramitación de la licencia de conducir, que con apoyo de la tecnología demanda sólo unos minutos y su tenencia evita huidas de los controles o la retención de la unidad", redondeó Cufré.
Hughes se sumó a la imposición del casco
La comuna de Hughes adhirió a lo establecido en la ley nacional de tránsito y comenzó a exigir el uso de casco en motocicletas, tanto para los conductores como para los acompañantes de esos vehículos. La medida rige desde el 1º de este mes.
A partir de esto, no se permitirá además el expendio de combustible a quienes no lleven el casco y se realizarán multas a los infractores.
Hasta el momento la comunidad recibió muy bien la medida y no hubo inconvenientes mayores en su aplicación.
"En un trabajo conjunto de nuestros inspectores de tránsito con las instituciones y las escuelas, comenzamos a exigir el uso del casco obligatorio en motocicletas. Hicimos un fuerte trabajo en las escuelas. Ahí les informamos que a partir del 1º de noviembre la comuna se iba a adherir a la ley nacional de tránsito", apuntó el jefe comunal, Mario Viola. Además del casco, también se requerirá a los motociclistas tener los papeles en orden del vehículo, se corroborará el estado de las motos y se controlará el tema de escapes libres, para evitar los ruidos molestos.
Más difícil. En rigor la ley nacional de tránsito existe de antemano y exige el uso de casco sólo que aplicarla en pequeños pueblos, como Hughes que tiene alrededor de 5 mil habitantes, es mucho más complejo que hacerlo en las grandes ciudades. En localidades cercanas como Firmat o Chabás picaron en punta y ya hace años que se cumple la normativa con singular éxito.
Viola destacó que en varias localidades del departamento se viene trabajando en forma conjunta en estos temas, con jornadas de capacitación para los inspectores de tránsito, por lo cual para el lanzamiento de la campaña de concientización del uso del casco y demás normas a respetar el 1 de noviembre estuvieron en Hughes agentes de distintas localidades del General López colaborando en los operativos.
Para reforzar la campaña la comuna llegó a un acuerdo con las estaciones de servicio de la localidad, para que no le vendan combustible a los motociclistas que no lleven puesto el casco protector.
"Les mandamos a las estaciones de servicio una nota donde se especifica que no pueden vender combustibles a quienes no lleven el casco y los empresarios adhirieron a esta medida", remarcó el mandatario aunque aclaró que "la intención es llegar a una concientización plena de toda la comunidad sobre los beneficios del uso del casco protector". Y no descartó que en un futuro se sancione a las estaciones de servicio que no respeten la norma.
C. W. B.