Decenas de miles de jóvenes de distintos puntos del país participaron anoche de la tradicional Fiesta de Disfraces de Paraná. Para algunos es casi una cita obligada en cada agosto, al punto que los meses previos ya comienzan a confeccionar los disfraces y a apurarse a comprar las entradas anticipadas.
La celebración, que comenzó como un pequeño festejo de cumpleaños en 1999, a lo largo de los años logró consolidarse como el evento de mayor convocatoria de la región, al punto de convertirse en la fiesta de disfraces más grande de Latinoamérica.
Zombies, personajes de Mafalda, de cómics y videojuegos y hasta de películas fueron algunos de los excéntricos disfraces que lucieron los jóvenes que anoche se dieron cita en Paraná, donde la diversión fue el común denominador de la noche.
Después de mucho esfuerzo, este viernes se concretó el emotivo reencuentro entre el piloto y el avión en la localidad santafesina
Por Luis Castro
Por Florencia O’Keeffe
Por Hernán Cabrera