Centenares de automóviles estacionados y vacíos son incendiados cada Fin de Año en Francia por jóvenes que festejan, una repudiable tradición que aparentemente disminuyó este año al detectarse "solamente" 874 vehículos quemados.
Centenares de automóviles estacionados y vacíos son incendiados cada Fin de Año en Francia por jóvenes que festejan, una repudiable tradición que aparentemente disminuyó este año al detectarse "solamente" 874 vehículos quemados.
El número de coches a los que les prendieron fuego durante la noche mientras sonaban las campanadas del nuevo año fue menor en comparación con el 1º de enero de 2019, cuando 1.316 vehículos fueron incendiados, según detalló el ministro del Interior, Gerald Darmanin.
La disminución de los ataques incendiarios se debió a la gran presencia policial durante los festejos de Fin de Año en las calles de las ciudades, supervisando que se respete la ley, las restricciones a las reuniones públicas y el uso de mascarillas en medio de un incremento de las infecciones a causa de la variante Ómicron del coronavirus, agregó.
No hay información sobre los vehículos incendiados el año pasado debido al confinamiento a nivel nacional en 2020 por la pandemia.
Al igual que muchos países, en Francia se incendian vehículos a lo largo del año por muchas razones, entre ellas pandillas que ocultan las huellas de sus delitos y personas que presentan reclamos falsos a las aseguradoras.
Sin embargo, la quema de vehículos pasó a otro nivel en Francia cuando se convirtió en una lamentable forma de celebrar la llegada del Año Nuevo. La práctica supuestamente comenzó con fuerza entre los jóvenes, a menudo en vecindarios pobres, en la década de 1990 en la región alrededor de Estrasburgo, en el este de Francia.
Se convirtió también en una forma de protestar durante los fuertes disturbios protagonizados por jóvenes de conjuntos habitacionales de todo el país durante el otoño de 2005. En ese entonces, la Policía contabilizó 8.810 vehículos incendiados en menos de tres semanas.