Santa Fe.— En el marco de la quema indiscriminada de campos se develó que la
zona del Litoral atraviesa una de las peores sequías desde 1925. Las estadísticas indican que entre
los meses de marzo y abril de cada año, el agua caída supera los 160 milímetros como marca media.
Al tomar en cuenta la falta de precipitaciones, este período que debería ser lluvioso es, por el
contrario, el más seco.
El especialista Enrique Rodríguez, de la Universidad Nacional del Litoral,
confirmó que se registra una situación inusual en todo el Litoral argentino y destacó que se generó
por el fenómeno de "la Niña" que se abate sobre el territorio y se evidencia en el descenso de la
temperatura, muy poca evaporación, por ende sin formación nubosa, y pocas precipitaciones.
Rodríguez explicó a un portal de noticias que "se piensa que en mayo comenzarán
las lluvias".
Norte difícil.En el norteño arroyo Las Garcitas, antes caudaloso, el desierto
rodea el fino hilo de agua. Los productores no salen de su asombro, perdieron gran parte de la soja
y sostienen que la inversión por hectárea rondó los $1.200 y la rentabilidad no pasará los 70
pesos.
Por su parte, el agrónomo Eduardo Pire, de la UNR, dijo que los períodos de
sequía se suceden de una manera irregular. "Los anticiclones son los que permiten las lluvias. Hay
tres: uno en el Atlántico, otro en el Pacífico y un tercero sobre Los Andes, pero los vientos los
desvían y esto hace que no llueva. Es más, la lluvia que se espera caerá sobre el mar, 300
kilómetros al oeste".
Pire agregó que "los ciclos han sido más húmedos en los últimos años. Las
sequías más fuertes se registraron entre 1890 y 1950". El especialista arriesga una hipótesis: Es
muy azaroso prever lluvias, depende de cómo el viento mueva las nubes".
Litoral sur.Para Pire la quema actual de campos es anormal. "El humo blanco que
invade las ciudades se debe a que aún los pastizales en el sur del Litoral tienen mucha humedad.
Ningún productor quemaría los campos en esta fecha porque de estos pastizales se alimenta la
hacienda", señaló.
Como dato de importancia destacó que luego de estas quemas se sucederá un hecho
ecológico preocupante. El sábalo se alimenta de pasto y limo, pero cuando venga la crecida y el
pasto no esté, porque se quemó, se rompe la cadena alimentaria del Paraná, ya que al haber menos
sábalos no habrá dorado ni surubí", dijo.
En tanto, el intendente de San Javier, Carlos Migno, pidió que se declare la
emergencia por sequía. También el diputado provincial Mario Lacava presentó un proyecto de
emergencia y al pedido se sumó el diputado Adrián Simil y el senador Federico Pezz. Los pedidos se
realizaron en una reunión en el Ministerio de la Producción, finalmente se resolvió declarar la
emergencia en General Obligado, Vera y 9 de Julio.