Las pericias judiciales determinaron que la joven nació en 1988 en el hospital local aunque no se pudieron conseguir mayores datos ya que se desconoce la identidad del padre y la madre falleció cuando ella tenía 14 años.
La joven fue sometida a estudios en el consultorio Médico Forense donde se estableció que "posee un desarrollo somático correspondiente a una persona de 26 años de edad".
En la resolución judicial, la jueza Marisa Malvestiti sostiene que para la Corte Interamericana el acceso a la identidad está protegido por el derecho internacional. "El derecho a la identidad se encuentra amparado expresamente en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en la Convención sobre los Derechos del Niño”.
En tanto dispuso que a los dos hijos de la joven se les otorgue una nueva partida de nacimiento con el mismo apellido para ambos, ya que la madre había sido anotada en las partidas de nacimientos de los hijos con nombres distintos.