Un suboficial de la Armada Argentina fue asesinado de un balazo en el abdomen frente a su novia durante un asalto y tiroteo con delincuentes, uno de los cuales murió, otro quedó herido y dos escaparon, en el partido bonaerense de Merlo.
Un suboficial de la Armada Argentina fue asesinado de un balazo en el abdomen frente a su novia durante un asalto y tiroteo con delincuentes, uno de los cuales murió, otro quedó herido y dos escaparon, en el partido bonaerense de Merlo.
La víctima fue identificada como Ariel Fernando Montoya, de 37 años, quien se desempeñaba en la Base Naval Puerto Belgrano y además formaba parte del grupo de ciclistas Travesía MTB, quienes se reunirán en la ciudad bonaerense de Punta Alta para para rendirle homenaje.
El hecho se produjo cuando Montoya y su pareja, Daniela Valdez (31), iban hacia la casa de ella a bordo de una moto Honda Titán.
Según trascendió, Montoya había ido a visitar a la joven y a su familia que viven en ese partido bonaerense.
Cuando la pareja circulaba por la zona fue abordada por ladrones armados que la interceptaron también a bordo de dos motos con intenciones de robarle el rodado.
En medio de un forcejeo, uno de los asaltantes le disparó a Montoya en el abdomen, tras lo cual el suboficial extrajo una pistola personal tipo Mini Thunder calibre 9 milímetros y efectuó varios disparos que hirieron en el antebrazo derecho y en el omóplato derecho a su atacante, identificado luego luego como Lucas Correa (18), quien quedó tendido en la vía pública.
Tras el enfrentamiento, los otros tres ladrones huyeron a bordo de una de las motos que utilizaban, mientras que la otra fue secuestrada en el lugar del tiroteo por policías de la comisaría 3ra. local, que acudieron al lugar tras el llamado al 911 de la novia del suboficial.
La moto abandonada es una marca Rouser, que quedó tirada en la calle con tres impactos de bala, junto una pistola cromada Browning calibre .32 con pedido de secuestro y cinco cartuchos intactos en su interior.
Montoya y el joven herido fueron trasladados de urgencia al Hospital Eva Perón de Merlo, donde el suboficial murió a raíz de las lesiones mientras era intervenido quirúrgicamente.
Poco después, dos de los asaltantes que habían escapado se dirigieron hacia la puerta del mismo centro asistencial, donde dejaron el cuerpo de un tercer cómplice, Agustín Romano (19), quien había muerto tras recibir un balazo en el abdomen y otro en el antebrazo derecho durante el episodio.
Por Claudio Berón
Por Alvaro Torriglia