El hombre, que es propietario del taller, intentó vanamente apagar el incendio que al parecer se desató por la explosión de uno de los vehículos que estaba en el taller mecánico que estaba cerrado y que derivó en la destrucción total de los dos autos que había en el lugar, pese al trabajo de dos dotaciones de bomberos.
"Como estaban cerrados los portones el incendio se propagó más rápido, aunque no llegó a otras dependencias ni a otras casas", señaló el oficial Gustavo Pascua, de la Comisaría 23 de Funes.
"E propietario y el hijo (de 17 años) resultaron con lesiones mientras trataban de pagarlo", recalcó el oficial, quien rescató que el padre sufrió principio de asfixia y algunas lesiones leves.
Las tareas de enfriamiento fueron intensas y una vez finalizadas los bomberos acordonaron la zona ante la posibilidad de que colapse el taller.