Las víctimas fatales del ataque fueron identificadas como Ramón Rojas y su hijo Damián, de 55 y 30 años, respectivamente, informaron medios locales y fuentes policiales.
El agresor resultó ser un hombre de 41 años que al ser detenido dijo que reaccionó en forma extremadamente violenta por las burlas que le propinaban sus compañeros a causa de una enfermedad que padece.
Del sangriento ataque sólo sobrevivió Hugo Herrera, un hombre de 50 años, que fingió haber muerto, para salvar su vida.
Fue el propio agresor el que llamó a la Policía y contó que había tenido un ataque de furia.
Según trascendió, cuando llegó la Policía Herrera tenía una tijera clavada en el cuello.
El fiscal Alfredo Villegas, a cargo de la investigación del caso, señaló: "Es todo muy reciente, pero al momento estamos frente a un homicidio agravado por el uso de arma de fuego, reiterado y tenemos que ir viendo la evolución de la persona que está herida".