Un exboxeador de 48 años evitó que un agresivo borracho ingresara en la cabina de un avión durante un vuelo entre Munich y París, con lo que se ganó la ovación de 200 pasajeros.
El alborotador manifestó sus intenciones de desviar el rumbo del vuelo, pero este ciudadano francés nacido en Marruecos logró controlarlo por la fuerza.
Tarik Sahibeddine tiene 46 años y un pasado como exitoso boxeador profesional. Dos veces campeón de Francia, esta vez simplemente se disponía a regresar a su casa en un vuelo de Lufthansa tras unas vacaciones con su pareja cuando sintió que tenía que actuar.
Tanto el Ministerio del Interior francés como Arno Romero, un periodista que viajaba en ese avión, confirmaron los hechos luego narrados por el propio Sahibeddine.
El pasado viernes, en el vuelo entre Alemania y Francia, escuchó el tono agresivo de otro pasajero. Como el hombre se negaba a regresar a su asiento, la azafata intentó advertirle al comandante por el intercomunicador. Pero esta persona, visiblemente borracha, se acercó a la cabina. "Allí le dije a mi esposa: hay un problema", recordó el excampeón.
Al descubrir a la azafata paralizada del miedo, le preguntó si necesitaba su ayuda, a lo que recibió una respuesta afirmativa. Pero el alborotador se negaba a entrar en razones, exigía a los gritos ver al comandante, insultando, reclamando que se cambiara el rumbo. Cuando el pasajero intentó dirigirse a la cabina, Sahibeddine lo interceptó bruscamente, lo tiró al suelo y lo ató de pies y manos.
El atacante terminó inmovilizado el vuelo hasta el aeropuerto Charles de Gaulle, donde fue entregado a las autoridades.
El exboxeador no solamente recibió dos ovaciones (una vez consumado su heroico comportamiento y cuando los uniformados se llevaron al hombre ebrio) sino que también fue invitado a la cabina y para sacarse una selfie con los pilotos.