Un conductor causó pánico entre cientos de manifestantes que realizaban una masiva protesta contra el racismo en la ciudad estadounidense de Mineápolis cuando se lanzó a toda velocidad contra la multitud. El chofer finalmente detuvo su camión y aparentemente no causó heridas a nadie.
Miles de personas avanzaban por la autopista I-35W, que estaba cortada al tráfico, cuando el camión cisterna arremetió a gran velocidad contra la protesta. En ese momento se vivieron momentos de pánico y caos mientras los manifestantes trataron de echarse a los lados de la autopista, elevada en ese punto, para evitar que el camión los arrollara.
Luego, cuando el camión frenó, una multitud se abalanzó contra la cabina y sacó de ella al conductor.
Aunque los motivos del camionero se desconocen, cuando fue cuestionado dijo que solo quería "intimidar" a los manifestantes para detener la protesta.
Un gran grupo de personas rodeó y agredió al conductor hasta la llegada de la Policía, minutos después, que se lo llevó detenido. "El conductor resultó herido y fue trasladado a un hospital con lesiones leves. Está detenido. No parece que ningún manifestante haya sido atropellado por el camión", informó el Departamento de Seguridad Pública de Minnesota.
El gobernador del estado, Tim Walz, declaró azorado que fue increíble que el episodio con no transformara en una tragedia con muchos muertos.
La Policía aprovechó la ocasión para dispersar la multitudinaria protesta, que según definió el mismo Departamento de Seguridad Pública era "pacífica". Los agentes rociaron con gases lacrimógenos con el objetivo de despejar la autopista.
Minneapolis vive días de protestas raciales y antipoliciales por el asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd. Un policía ha sido detenido por la muerte de Floyd, aunque los manifestantes reclaman el arresto de los otros tres agentes implicados en el caso.