Costa Rica se extiende majestuosamente desde el océano Pacífico hasta el mar Caribe y su distancia es tan solo 320 kilómetros. Su porción de tierra ocupa solamente 51.000 kilómetros cuadrados. Si se hace un recorrido por las provincias de Costa Rica, es fácil darse cuenta de que en ningún otro lugar se pueden encontrar campos con tantas variaciones de paisaje y clima como aquí.
Costa Rica es uno de los destinos turísticos más preciados del planeta. Este pequeño pedazo de tierra reúne todos los componentes necesarios para satisfacer el gusto de miles de viajeros que la visitan cada año. La división territorial de Costa Rica incluye siete provincias, San José, Alajuela, Cartago, Heredia, Guanacaste, Puntarenas y Limón; que juntas ofrecen un atractivo destino turístico de posibilidades casi ilimitadas, y que incluyen extensos bosques lluviosos, volcanes, ríos que se pasean por las montañas, playas y muchos recursos naturales resguardados por una importante organización de parques nacionales y reservas forestales.
San José es la provincia más poblada del país. Ubicada en la meseta central, se extiende hacia el noreste, atravesando las impresionantes montañas de la cordillera Central, que incluyen parques nacionales, reservas forestales y tierras fértiles donde abundan las plantaciones de café.
La capital de Costa Rica, San José, se encuentra emplazada en el valle Central. Es una extensa planicie custodiada por majestuosos volcanes y verdes cerros que confirman la riqueza natural que existe en todo el territorio nacional.
Fundada en la primera mitad del siglo XVIII, San José es hoy una ciudad donde convergen visitantes de todo el mundo; es una urbe colmada de sitios de interés, así como de rostros y colores que reflejan la historia de un pueblo.
Su arquitectura es diversa, como lo es la gente que transita por sus calles. En el sector norte de la ciudad se pueden encontrar las muestras más refinadas del urbanismo de principios del siglo pasado. Hay una gran cantidad de casas y edificaciones de inspiración europea, pero construidas con un profundo sentido del estilo costarricense.
Entre los sitios más representativos de la ciudad, se destaca el Teatro Nacional, un orgullo de los costarricenses y casa histórica de los mejores artistas nacionales y extranjeros. El teatro fue inaugurado en 1897, tras el empeño de comerciantes, intelectuales y políticos que supieron identificar la importancia de una casa de ópera que pudiese albergar lo mejor de las producciones artísticas del mundo.
No obstante, una lista de museos de clase mundial, parques, hoteles, teatros y edificios históricos son algunas otras opciones que pueden descubrir los miles de turistas que visitan San José anualmente.
Desde la ciudad, los visitantes pueden elegir entre decenas de tours de un día a los sitios naturales más admirables dentro y fuera del valle Central, además pueden acceder a una gran cantidad de deportes de aventura y actividades de exploración.
Con un territorio de 2.656 kilómetros cuadrados y una población de más de 75.000 habitantes, Heredia es la provincia más pequeña de Costa Rica, un pueblo apreciado por su tradición colonial y arquitectura de antaño.
En Heredia existen todavía una gran cantidad de cafetales, muchos de los cuales han sido adaptados para realizar visitas guiadas con turistas. Resulta fácil deleitarse con el cautivante proceso de la cosecha, secado y tueste del café.
Entre las maravillas naturales de la provincia de Heredia, se encuentra el volcán Barva, un formidable coloso situado en la parte oeste del Parque Nacional Braulio Carrillo, y que se levanta a 2.906 metros sobre el nivel del mar. La vegetación alrededor de este gigante dormido es maravillosa; un lugar ideal para la observación de aves, especialmente para aquellos que sueñan con el suntuoso quetzal.
Guanacaste es conocida por su producción ganadera y espectaculares playas. Es la región más seca de Costa Rica, especialmente en sus zonas costeras. Guanacaste pasó a formar parte de Costa Rica en 1824; hasta entonces permaneció como un partido adscripto a la capitanía general de Guatemala. Ciertamente este territorio detenta una riqueza natural y cultural muy importante para la economía de Costa Rica. Algunos de los mejores hoteles de playa del mundo se sitúan en las playas guanacastecas.
Guanacaste es bien conocida por sus playas y el sol, y eso es exactamente lo que los visitantes encuentran a lo largo de línea costera, donde abundan los hoteles, cabinas y restaurantes; algunos lujosos, otros más modestos, pero que le garantizan al visitante una opción perfecta para cada presupuesto.
Playa Panamá, en el norte de la provincia, es una de las buenas opciones para el turismo. Un sitio plácido de arena blanca y aguas tranquilas, que invitan a pasar un fin de semana sin preocupaciones.
Playa del Coco figura entre los lugares más populares por su vida nocturna y gran cantidad de visitantes, y sin viajar mucho se puede llegar a playa Flamingo, un sitio ideal para quienes gustan de una mezcla de hoteles con clase y un ambiente sereno.
También están playas Ocotal y Hermosa, entre las más populares de la costa guanacasteca. Playa Grande se ubica un poco más al sur, y junto con el Parque Nacional Las Baulas, es el santuario para miles de tortugas baula que llegan a desovar a estas costas cada año.
Tamarindo ofrece una mezcla de playas de arena blanca y manglares; de aves marinas e iguanas, que la convierten en un lugar paradisíaco y perfecto para quienes desean vivir en armonía con la naturaleza. Muchas otras playas a lo largo de la costa guanacasteca completan una oferta natural inigualable. Playa Carrillo, Ostional, Manzanillo o Coyote, son algunos de esos destinos que engalanan a la provincia más grande de Costa Rica.