Las cataratas del Iguazú son, y no hacía falta que lo avalara la Unesco pero lo hizo, una de las siete maravillas naturales del mundo. Hay que estar frente a ellas, asistir a la incontenible fuerza de su belleza, para saberlo de una vez y para siempre. No hay foto capaz de capturar su majestuosidad, su encanto, hay que estar ahí sentir el bramido de las aguas, el temblor de la tierra y las gotitas salpicando en la cara para sentirlas.
Están en Misiones, en el Parque Nacional Iguazú, ese pulmón verde que le da vida al planeta y que asombra a propios y extraños donde esta semana quedó inaugurado en forma oficial el Gran Meliá Iguazú, el lujoso cinco estrellas, que, luego de una renovación millonaria, logró el prodigio de acompañar el entorno, con un especial respeto al medio ambiente, y ofrecer una experiencia de lujo en medio de la naturaleza.
Con una inversión que superó los 20 millones de dólares, Meliá Hotels International renovó las 183 habitaciones del hotel, la mitad con vista a las Cataratas, todas decoradas con colores cálidos que hagan que la integración con la selva misionera se completa. Se usaron maderas propias de la zona y se construyeron jardines verticales con plantas autóctonas. Además, la decoración fue realizada a mano por las comunidades guaraníes.
"Cada vez más crece el turismo con destino de naturaleza", destacó el presidente de la Nación, Mauricio Macri, en el acto de inauguración del resort que se llevó a cabo el miércoles pasado, y agregó: "Queremos que los extranjeros vengan a visitarnos entrando por Iguazú. Estamos trabajando para que la Argentina sea un lugar mundial elegido por este destino, porque genera una enorme oportunidad de trabajo".
Uno de las sorpresas más agradables del Gran Meliá Iguazú es su imponente piscina de desborde infinito, que mide 50 metros de largo por 15 de ancho y ofrece una vista increíble de la Garganta del Diablo. Todo el hotel, gracias a su ubicación privilegiada, brinda un abanico de experiencias sensoriales que solamente son posibles si se está en contacto con la selva, su vegetación indomable, sus animales autóctonos y el cielo protector.
Todo en el hotel es puro lujo. No solo dispone del YHI Spa, que cuenta con cinco cabinas individuales, una doble y un área especial para Vichy Shower con tratamientos corporales, sino también con un gimnasio moderno, una zona de juegos infantiles y salas de reuniones y congresos. Y, claro está, brinda además el servicio RedLabel, con un menú de amenities premium y detalles exclusivos pensados para pasajeros VIP.
La oferta gastronómica incorpora un flamante restaurante con vistas a la Garganta del Diablo, con un estilo relajado, y una locación imponente. Se lo bautizó Restaurante Origen, y fiel a su nombre, brinda platos de autor inspirados en la cocina originaria de Misiones con toques modernos. Se completa con el lobby bar Amaro y un rooftop bar con un menú de estilo español, que sirve tapas y una amplia coctelería con vistas a las cataratas.
"Si hay algo que en el pasado carecía este destino era la influencia del europeo y creemos que como compañía europea podemos traer mucho de esa clientela con buen poder adquisitivo y esa es una ventaja competitiva", destacó el CEO de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer Jaumé, y subrayó: "Hemos trabajado con las autoridades de Misiones, porque creemos que uno más uno puede ser más que dos, si se unen fuerzas".
Toda la zona se verá potenciada con la apertura de la ruta aérea que unirá Iguazú con Madrid a partir del próximo mayo. "Estamos conectando a Iguazú con el mundo", destacó Macri, en su visita a Misiones, y vaticinó un importante crecimiento del número de visitas a la Argentina para el año próximo. Sin dudas, el Gran Meliá Iguazú se beneficiará porque buena parte de ese flujo turístico llega en busca de destinos exóticos y servicios sofisticados. Recuadro: La joya de la corona Gran Meliá Iguazú es una joya dentro del portafolio de hoteles de Meliá Hotels International por su ubicación en un lugar paradisíaco. La ampliación de ofertas de servicios en el hotel generó la necesidad de crear nuevos puestos de trabajo, incorporando mano de obra especializada.
Las Cataratas del Iguazú brotan a 23 kilómetros de la desembocadura del río homónimo y cuentan con más de 270 saltos de agua que alcanzan los 80 metros de altura. Se pueden apreciar desde Argentina o Brasil y la inaccesible Garganta del Diablo define las fronteras entre ambos países.
Los principales paseos se encuentran en el lado argentino, que recibe la mayor parte del flujo turístico. Las cataratas son el principal centro turístico del noreste de Argentina y uno de los principales de todo el país.