Los habitantes de Paraná están consternados e indignados por la tragedia vial que enlutó ayer a la ciudad: un hombre de 39 años cruzó un semáforo en rojo a alta velocidad, realizó una maniobra temeraria para esquivar un auto que salía de una cochera y volvió a su carril, chocó contra varios vehículos y finalmente volcó. En ese derrotero atropelló a dos chicos que estaban por entrar al colegio: el menor, de 6 años, murió a los pocos minutos, y el mayor, de 11, resultó con una fractura expuesta.
El nene fallecido se llamaba Juan Manuel Martínez Zurbano, y quedó sin signos vitales dentro de la unidad de traslado que lo llevaba al hospital materno infantil San Roque. En este mismo efector fue operado minutos más tarde por una fractura expuesta de pierna izquierda su hermano, Santiago, quien permanecía ayer internado en el área de cuidados intensivos aunque fuera de peligro. "Está lúcido y se le realizan nuevos estudios para descartar lesiones internas. No corre riesgo de muere, está estable pero su estado sigue siendo reservado hasta que se obtengan los resultados de las tomografías y demás exámenes que se le practiquen", explicaba ayer el director del centro de salud, Víctor Paz.
Pleno centro. El hecho se produjo sobre la calle Alameda de la Federación, frente a la escuela Del Centenario, en la zona céntrica paranaense. Ocurrió antes de las 8 de la mañana, en el horario de ingreso de los alumnos, cuando Silvio Ramón Díaz, a bordo de un VW Voyage, hizo su fatal carrera. "Había un inspector parado en la esquina, vio cómo venía pero no lo pudo parar. Chocó tres vehículos y dio vueltas. Los chicos habían bajado de un remís, estaban en el cordón, listos para cruzar, cuando vino este auto y los atropelló. El remisero estaba detenido y llevó por delante su auto, lo corrió unos metros", comentó Adriana Jacob, secretaria del establecimiento educativo.
En realidad, eran dos los agentes de tránsito que trabajaban en la prevención diaria en la zona al momento de la tragedia. "El auto venía del lado del Parque Urquiza y luego cruzó de carril. Ya venía descontrolado y a esa velocidad un vehículo es imposible de controlar y detener", describió el inspector José Luis Villalva. Su compañero, Cristian Gandulfo, recordó: "Lo primero que hicimos tras el choque fue cortar la calle y llamar a la ambulancia. Un hecho desagradable y triste y tenemos que lamentar la vida de un chico de seis años por una persona inconsciente".
Un papá que presenció lo ocurrido y asistió a las dos víctimas recordó que el nene que falleció poco después "tenía un fuerte traumatismo de cráneo y fracturas expuestas en ambas piernas. Tenía dificultades para respirar, se notaba que tenía una hemorragia interna. El que lo atropelló saltó de su vehículo sin un rasguño, no sufrió ni una quebradura de dedo", recordó indignado.
Pero el testimonio más desgarrador es el del propio Santiago Martínez Zurbano, difundido ayer por Roxana Villagra, prima hermana de la mamá de los niños atropellados. "Recuerda que bajó del remís con su hermanito Juan Manuel, que se puso a un costado para cruzar la calle, miró y no vio que venía ningún auto, y de golpe vio un auto que iba zigzagueando. Me dijo ?contó la mujer?: «Vi que el auto se me venía encima pero no pude hacer nada y me desmayé. Me acuerdo que me hizo volar, y a mi hermano no sé, porque vi que tenía sangre pero no me acuerdo más nada. Espero que esté mejor que yo». Todavía no sabe que Juan Manuel falleció. No queremos decirle nada porque es muy traumático para todos", dijo la mujer a El Once TV.
Quisieron lincharlo. Algunos padres testigos de la tragedia no pudieron contener su ira e intentaron agredir al conductor, Silvio Ramón Díaz, en momentos en que era subido a una ambulancia para ser trasladado al hospital San Martín, ya que sufrió algunas lesiones leves. La policía impidió el linchamiento y lo escoltó hasta el nosocomio. Posteriormente fue alojado en la Alcaidía de los tribunales de la capital entrerriana.
Para la jueza interviniente (de Instrucción Nº 6 de Paraná) Mariana Barbagelatta, quien al momento del siniestro justo estaba en la escuela porque allí asisten sus hijos, "esto tiene que ver con la falta de responsabilidad absoluta. Según las constancias que surjan del sumario prevencional que construye la autoridad policial con todas las medidas de prueba que se llevan a cabo, testimoniales y dictámenes que pueda elaborar accidentología vial, se va decidir si se lo indaga, y por qué delito. En ese punto se irá a valorar si será culposo o por otro tipo", explicó.
Por otra parte, la magistrada criticó la actitud de algunos padres mientras Díaz era retirado del interior de la camioneta volcada y conducido por la policía hasta una ambulancia, ya que lo insultaron e intentaron lincharlo porque aquél respondió a algunos agravios y desafió a quienes intentaban sacarle fotos. “Fue impactante el descontrol de la gente y la violencia, no se priorizaron las condiciones de salud de los pobres niños que estaban ahí gravemente heridos; sólo priorizaban era la ira contra una persona que también estaba herida y no sabemos las razones por las que circulaba a gran velocidad”, dijo la jueza.
Barbagelatta ordenó la extracción de sangre para ver el grado de alcohol y otras sustancias que presentaba el conductor, y el hisopado de las fosas nasales del automovilista, que fue una vez más insultado en el ingreso a los tribunales, donde se habría caído al bajar de un patrullero, según se especula, a raíz del estado de ebriedad o bajo los efectos de alguna droga en el que se habría encontrado, aunque esto no fue establecido ni confirmado oficialmente.
Duelo y movilización. La Escuela del Centenario declaró duelo para ayer y el lunes próximo en todos sus niveles ante esta tragedia. Juan Manuel cursaba el primer grado del establecimiento, recordó el titular de la Dirección Departamental de Escuelas de Paraná, Roque Caviglia.
El lunes tampoco habrá clases dado que se reunirán los directivos con los equipos técnicos de la escuela. Esta decisión fue tomada en conjunto con las autoridades educativas y profesionales del Sistema de Atención Integral al Estudiante. “La pérdida de un alumno ha conmocionado a nuestra institución y a nuestra comunidad y desde el interior de la escuela estamos buscando la mejor manera de ver cómo seguimos adelante. Esto ha sido terrible y no lo podemos dejar pasar sin darle el valor y el trabajo al interior que necesita”, señaló la directora Del Centenario, Silvia Smith de Rojas.
“Primero vamos a trabajar los adultos, hacer nuestro duelo y fortalecernos para después trabajar con los niños, como corresponde. Se va a hacer un trabajo institucional y el martes vamos a estar en condiciones para recibir a nuestros alumnos y trabajar con ellos esta pérdida que hemos tenido y elaborar este duelo”, agregó.
Por otra parte, desde el grupo autoconvocado “Basta de ruidos en Paraná” se convocaba ayer a una marcha que arrancaría a las 21 desde las puertas el municipio local y hasta tribunales. “Haremos un minuto de silencio, encenderemos nuestras velas y pediremos que las autoridades tomen cartas en el asunto, ejerciendo el deber que se le confiere al municipio sobre el tránsito. Pediremos más educación vial, tanto para niños, como para adultos, mayores controles y la permanencia de los mismos”, rezaba la invitación.