Como una medida para combatir los hechos de inseguridad que involucran a motos de delivery, un proyecto en el Concejo Municipal propone que todos los rodados que se dediquen al reparto cuenten con el monitoreo por GPS. La inicativa del edil Lisandro Cavatorta tomó un pedido de los cadetes, que están hartos de sufrir asaltos, pero también ante la denuncia de multiplicación de casos en los que ladrones se disfrazan de trabajadores para cometer ilícitos.
La propuesta es generar el programa “Motos Seguras”, que facilite el acceso a los equipos, con un sistema híbrido que consista en un aporte inicial de la Municipalidad, con carácter de subsidio, destinado a cubrir la compra e instalación de rastreadores satelitales con software de seguimiento, y un importe mensual bastante económico por parte de los repartidores registrados voluntariamente que se destinará al mantenimiento del servicio. Ese fondo quedará bajo la administración del Banco Municipal de Rosario.
La idea no es un invento rosarino, sino que fue recientemente implementada en Tucumán y otros lugares del país, y partió de un pedido que la Asociación Civil Repartidores Independientes Rosario (Arir) acercó a la comisión de Seguridad del Palacio Vasallo ante el registro de constantes hechos de inseguridad, principalmente los sucesivos robos de motos con las que desarrollan diariamente la actividad laboral. “En estas circunstancias se hace muy difícil poder seguir trabajando, lo cual desmotiva profundamente esta actividad, que consideramos de importancia esencial hoy en día para toda la comunidad”, aseguraron en una nota.
“Fue algo que empezó a crecer en la pandemia, cuando las calles empezaron a quedar liberadas. Pero escaló y llegó a niveles increíbles como que nos peguen un tiro sin mediar palabra para robarnos la moto, una locura”, explicó Brandon Catalano, presidente de la entidad, ante la consulta de La Capital. Para el representante, la implementación de la geolocalización es “esencial” para reducir la cantidad de robos, que en promedio es de uno por semana entre unos 1.100 cadetes de aplicaciones que hay en la ciudad.
El pedido concreto de los cadetes fue la instalación de monitoreo mediante unidad GPRS (que funciona con datos de telefonía móvil); con reportes hacia el Centro de Monitoreo las 24 horas, los 365 días del año, bajo la mirada constante de operadores pendientes de recibir señales y actuar según corresponda. Además, plantearon que sería deseable que el sistema ofrezca la posibilidad de realizar reportes de seguimiento (por ejemplo, del último mes de recorrido); e incluya un sistema de app de pánico, autogestionable para cada cadete, que emita señales hacia el centro de monitoreo y emergencias médicas, entre otras.
Para el efectivo desarrollo del programa, el Estado municipal deberá confeccionar un registro de repartidores titulares de motovehículos que pretendan adherirse, otorgándoles un código QR o similar para cada cadete, que permita su ágil identificación. Los conductores que lo integren deberán ser mayores de 18 años y prestar servicios de cadetería en la ciudad, ser titulares de rodados y no tener multas de tránsito o no estar adherido a un plan de pago de las mismas.
Ladrones camuflados
La implementación de esta cédula digital con un registro que se elaborará al instalar el GPS viene a combatir también otro fenómeno. “A partir del robo de motocicletas junto a la caja de repartos, está ocurriendo que los delincuentes las usan para camuflarse como deliverys y provocar nuevos delitos. Esto también genera que la gente le tenga miedo al delivery, porque cree que puede ser un ladrón”, argumentó Cavatorta.
Esto es algo novedoso, y que llama la atención en el rubro. “Apareció en el último tiempo, no en gran escala pero sí ha empezado a pasar, aunque no es algo que no se haya hecho antes. Hace mucho que hay ladrones que se visten de policías, carteros y operarios de empresas de servicio para entrar a robar en algún domicilio”, describió Catalano.
Los mismos trabajadores de delivery están de acuerdo con esta medida. Es que desde el 14 de junio rige el convenio que faculta a la policía a realizar controles de documentación y retener rodados al detectar faltas, sufren muchas demoras en su trabajo. “Esta situación genera que oficiales y agentes de contralor nos demoren constantemente para corroborar que realmente seamos cadetes cumpliendo nuestro horario laboral”, afirmaron desde Arir. La identificación digital permitiría acreditar la identidad y condición de trabajador ante un ente de contralor sin mayor dilación.
“Es algo con lo que estábamos de acuerdo y pedimos desde la asociación en reunión con los jefes de policía, pero lo que se ve en las calles es algo más para la foto. Si vos ponés un control, pero no tapás las posibles salidas, no te sirve de nada. Porque el cadete que lleva un pedido pasa por el control, pero el que está con una moto robada o delinquiendo, te ve a mitad de cuadra y dobla en la esquina anterior”, se quejó el presidente de la asociación.
Por último, y como beneficio extra, Cavatorta mencionó que “el seguimiento de las motos robadas va a permitir llegar hacia desarmaderos y otros eslabones de la cadena, como la venta de repuestos productos de ilícitos en el mercado negro”.