A una semana del revés oficialista en las elecciones generales, y con un PJ santafesino en estado de efervescencia, el gobernador Omar Perotti encara la definición de cambios en su gabinete. Una reconfiguración que, según sostienen en el entorno del rafaelino, apunta a fijar el curso de los restantes dos años de gestión más que a un pase de factura por la reciente interna en el peronismo provincial.
“Las elecciones ya son el pasado. El futuro es reforzar las estrategias de acompañar al que trabaja y al que produce. Ya dije que analizaré a fin de año el funcionamiento de áreas, si es necesario hacer cambios y ajustes”, había afirmado, 48 horas después del veredicto de las urnas,el jefe de la Casa Gris acerca de los pasos a seguir.
Si bien la posibilidad de adelantar los retoques en el equipo de trabajo del gobernador creció apenas cerrados los comicios, el ánimo oficial fue enfriándose con el correr de los días, al punto de retomar el plan original: materializar las modificaciones al final de 2021.
Paso a paso
“Perotti sigue en esa tesitura, aunque la semana pasada no hubo movimientos significativos”, deslizó a La Capital un habitual transeúnte de los pasillos de la Gobernación sobre los cambios por venir. Y agregó: “Hablamos de correcciones del rumbo de la administración y no de decisiones con trasfondo político partidario”.
Consumadas las generales, Perotti —sin reelección— deberá tonificar al PJ y recalcular su proyecto personal, a la par de reperfilar un gobierno con desafíos que queman como una papa caliente: desde las consecuencias socioeconómicas de la pandemia de Covid-19 a una inseguridad sin tregua.
En esa línea, la renovación puertas adentro en la Casa Gris podría incluir a otros sectores del Frente de Todos (FdT) santafesino, que en los próximos días hará su primera reunión de catarsis poselectoral, o limitarse a escasos cambios de funcionarios, priorizando en los relevos a perottistas de paladar negro (con la mira en 2023).
“Son correcciones del rumbo del gobierno y no decisiones con trasfondo político partidario” “Son correcciones del rumbo del gobierno y no decisiones con trasfondo político partidario”
Sobre esta última posibilidad se recuesta el futuro del Ministerio de Gobierno provincial, cuyo titular, Roberto Sukerman, integra las filas del rossismo, sector que confrontó —y perdió— con Perotti y su lista en las primarias del 12 de septiembre.
Después de las Paso, Sukerman cultivó el más bajo de los perfiles y se metió de lleno en temas también sensibles como la ley de emergencia penitenciaria. Pese a que en el entorno del rosarino destacaron su compromiso con la gestión de Perotti, reconocieron que la última palabra la tiene el mandatario provincial. La usina de rumores posiciona a Roberto Mirabella, diputado nacional electo, en la línea de sucesión.
Otro interrogante es cómo continuará el vínculo entre Perotti y la vicegobernadora y referente del Nuevo Espacio Santafesino (NES), Alejandra Rodenas, en suspenso desde que la titular del Senado provincial jugó en la interna del PJ junto al ex ministro de Defensa nacional Agustín Rossi.
También referenciado en el NES, el ministro de Cultura, Jorge Llonch, viene siendo blanco de versiones acerca de su salida del gabinete. No obstante, en el staff del funcionario procuraron bajar los decibeles de las especulaciones. “Seguimos recorriendo toda la provincia. Incluso, «Santa Fe en tu corazón» (programa itinerante) viene recibiendo un fuerte acompañamiento del gobierno”, contrastaron.
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Despuntan días de intensidad en el Ejecutivo provincial.
Los rumores aluden, además, a un eventual retoque en el Ministerio de Desarrollo social de la provincia. Su titular, Danilo Capitani, fue interpelado a fines de octubre en el Senado santafesino respecto de supuestas irregularidades y el uso partidista de recursos del Estado. Y áreas ligadas a la infraestructura tampoco escaparían a las inminentes modificaciones a resolver por el jefe de la Casa Gris.
La decisión de Perotti de imprimirle peso propio a la campaña (figuró en la boleta como candidato a senador nacional suplente) incluía el riesgo de condicionar los dos últimos años de su gestión. Los votos ya salieron a la luz y ahora el rafaelino diseña la nueva etapa.
Otro desafío
En ese sentido, la fase que despunta también obliga a un replanteo de la relación del Ejecutivo con la Legislatura santafesina. El oficialismo tiene pocas bancas en la Cámara baja, mientras que en el Senado un foco de resistencia lo encarna el peronista Armando Traferri, enfrentado con Perotti y protagonista de tensiones sin pausa por estar bajo la lupa en la megacausa del juego clandestino.
Y, si bien el oficialismo viene intentando un acercamiento con el socialismo, la fuerza opositora ya adelantó sus reparos frente al proyecto que promueve un endurecimiento de la sanción para quienes porten armas ilegales, que la Gobernación pretende sancionar a la brevedad.