Una cosa lleva a la otra. La racha negativa de Newell’s, con tres derrotas seguidas y dos empates anteriores, no solo que lo mantiene afuera de los puestos de clasificación a la Fase Final de la Liga Profesional y de ingreso a las copas internacionales, sino que el retroceso en la tabla general anual lo dejó a seis puntos del descenso. Una situación impensada si se considera que antes del comienzo de la pretemporada, la asunción de Gabriel Heinze abrió expectativas de un protagonismo que el equipo solamente fue logrando de ratos. La preocupación en el club del Parque está en ascenso y el futuro del Gringo en el banco rojinegro entró en una etapa de turbulencias, aunque el presidente Ignacio Astore asegura que es de respetar los procesos. Lo cierto es que existe desconcierto adentro del club ante una realidad que se encuentra fuera de los peores pronósticos.
La visita de Newell’s a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro este sábado 6 de octubre es una auténtica prueba de carácter, más que de juego, luego del golpazo que significó la caída en el clásico. La capacidad de absorber tremendo impacto emocional, sumado a los reveses anteriores, será una dura exigencia para el entrenador y los futbolistas. Es que hasta las convicciones más firmes tienden a ponerse en duda cuando el fútbol no aparece y los resultados adversos se suceden uno tras otro.
Newell’s se encuentra en la tabla anual a 6 puntos de Vélez y Gimnasia, quienes hoy estarían jugando un partido de desempate para determinar cuál es el que desciende. Es que si bien Arsenal ocupa la última posición, que es la que define el que baja, el conjunto de Sarandí ya está perdiendo la categoría por la tabla de promedios, por lo que libera ese cupo y entonces desciende el que lo antecede.
¿Existe un riesgo concreto de que Newell’s baje a la Primera Nacional? Parece difícil, considerando que tiene 13 conjuntos por debajo, sin contar a Arsenal, con 7 fechas por jugarse. Demasiadas coincidencias deben darse para que peligre la suerte del conjunto de Gabriel Heinze. El tema es que si la lepra no anda bien en los próximos partidos, ante San Lorenzo en el Bajo Flores y Tigre en Victoria, justo de visitante, donde tanto le cuesta ganar, el margen numérico con los demás puede achicarse y eso significará una presión a sobrellevar.
Por otro lado, el conjunto rojinegro se fue distanciando de la zona de clasificación a las copas internacionales, que es lo que se propuso conseguir cada año esta comisión directiva. Hoy se encuentra a 5 puntos de Lanús, último que ingresa a la Sudamericana. Más cerca está del cuarto y último de la zona B, Central Córdoba, que es el puesto hasta el que ingresan a la Fase Final. La distancia que le lleva el equipo santiagueño es de solo 2 puntos. Por lo tanto, está al alcance.
El mayor inconvenientes es Newell’s. Insinúa más de lo que termina consiguiendo. Entró en una pendiente, tanto en el rendimiento individual como colectivo, que no se detiene. Con poco, lo dejan con las manos vacías. Ya parecen lejanas las victorias de las dos primeras fechas, contra Central Córdoba (2-0) y Lanús (1-0). Los empates ante Belgrano (1-1) y Unión (1-1) mostraron fallas que lo privaron del triunfo y que luego se profundizaron. Esto explica las derrotas con Racing (1-2), Estudiantes (0-1) y Central (0-1). Tres caídas seguidas que nunca se habían dado durante el ciclo de Heinze. Otro dato revelador sobre el presente.
Heinze dirigió a Vélez cuando tenía serios problemas con el descenso y no solo que lo zafó sino que lo clasificó a la Sudamericana. Con Newell’s en una situación menos apremiante en relación a la pérdida de la categoría, el entrenador puede repetir esa historia y hasta hacerlo jugar por el título de la Copa de la Liga, aunque su etapa al frente del equipo entró en una curva descendente y la confianza de todos los que deseaban su llegada, desde la dirigencia hasta los hinchas, se encuentra en un claro retroceso.