“Hemos avanzado mucho con esta obra; en la base, en lo que no se ve. Hablo de hormigón, estructura, acero, hierro”. La descripción pertenece al presidente del directorio del Aeropuerto Internacional Rosario (AIR) Islas Malvinas, Eduardo Romagnoli. Exultante, el funcionario anticipó a La Capital que, a mediados del año próximo, la terminal sumará 4.800 metros cuadrados en el marco de una transformación histórica y muy esperada. El cambio incluirá una cuestión que, con el paso de los años, se convirtió en una utopía: la instalación de mangas, infraestructura básica que Rosario nunca tuvo y que a nivel mundial forma parte del paisaje aeroportuario.
La construcción del nuevo edificio presenta hoy un 85% de avance en cuanto a su estructura metálica (lo que implica fabricación y montaje). Y en las próximas semanas, se comenzará con el izaje y colocación de los elementos de la cubierta de techo. Luego, será el turno de dedicarse a las instalaciones internas.
El área que comenzará a funcionar en 2023 conforma la primera etapa (aproximadamente la mitad) de la obra total y tendrá dos plantas donde se dispondrán las salas de embarque y arribo, sector de entrega de equipajes, y oficinas de organismos y de servicios. Además quedarán listos dos puentes que vincularán la nueva terminal con el pivot que contiene las pasarelas de embarque más conocidas como “mangas”. En el futuro está planeado que haya un par más. No obstante, al fin la estación aérea contará con esas ansiadas estructuras que, en el mundo, funcionan como emblemas de aeropuertos que se precien de tales.
Además, habrá un nuevo núcleo de escaleras y ascensores al noroeste de la terminal actual, para vincular los movimientos de pasajeros entre ese edificio y el nuevo.
Romagnoli recorrió los avances de obra en la llamada terminal flexible. “La forma de construcción es innovadora; requiere un despliegue significativo de personal y maquinaria, y garantiza agilidad en el montaje y optimización de recursos. Con el nivel de avance que tiene la estructura principal, en las próximas semanas ya se podrá comenzar a techar”, insistió el directivo antes de contar por qué se la denomina “flexible”.
Dijo que “será completamente funcional y de uso para todos los tipos de vuelos (arribos y embarques internacionales, arribos y embarques domésticos). En el proyecto original (generado en la gestión del gobernador Miguel Lifschitz) ambos edificios se pensaron para operaciones distintas. Sin embargo, la pandemia obligó a un cambio de criterio.
Tanto la Organización de Aviación Civil Internacional (Oaci), como el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) recomendaron “firmemente” realizar esta modificación, destacó Romagnoli y argumentó: “Si hubiera una próxima pandemia esta nos permitiría duplicar áreas y hacerlas funcionar a la vez”.
En diálogo con este diario, el referente contó que no fue fácil avanzar con los trabajos durante los meses de restricciones por le coronavirus: “Estuvimos imitados por todos lados, y la falta de transportes para trasladar materiales fue excluyente”. Sin embargo, la actual situación económica con precios exorbitantes debido a la inflación y escasez de importaciones seguirán influyendo. Por ejemplo, será complejo acceder a los elementos del último tramo de las mangas.
Aun así, las autoridades del aeropuerto miran con expectativa positiva a julio o agosto de 2023, cuando se espera la finalización de los trabajos de la primera etapa de la obra que cuenta con fondos de la provincia. “La estamos haciendo con recursos propios”, destacó el director.
En busca de la recuperación de pasajeros
En el marco de la recuperación de la actividad aerocomercial pospandemia, el AIR convocó a referentes del turismo, la gastronomía, la hotelería y los eventos para trabajar en el crecimiento de la conectividad aérea de la ciudad en base a destinos regionales y nacionales.
El objetivo del encuentro fue unificar criterios para establecer una mesa de trabajo y gestión que pueda materializar nuevas rutas, ampliar frecuencias y lograr el desembarco de más compañías aéreas.
“En esta mesa de trabajo acordamos a realizar las gestiones necesarias entre todas las partes involucradas para concretar las rutas aéreas que la región demanda. Estos encuentros nos permiten delinear acciones mancomunadas y establecer herramientas concretas a la hora de dialogar con las compañías aéreas”, sostuvo el presidente del directorio del aeropuerto, Eduardo Romagnoli.
Por su parte, Aerolíneas Argentinas aseguró estar estudiando la ampliación de conectividad desde el AIR. “Desde la gerencia comercial nos indicaron que están analizando diferentes alternativas para incrementar la oferta de vuelos por la temporada” señaló Romagnoli.
La mesa de trabajo tiene previsto reunirse con diferentes compañías y delinear estrategias para alentar el desembarco de nuevas rutas.
La recuperación paulatina en el movimiento de pasajeros volvió a sentirse durante la temporada de invierno, con 44.451 pasajeros transportados durante julio y 45.804 en agosto. No obstante, todavía falta para alcanzar los casi 60.000 pasajeros mensuales prepandemia. “Estamos convencidos de que para ello la diversidad de servicios y conexiones es fundamental para atraer un mayor número de pasajeros que, por falta de oferta directa, emprenden sus viajes desde otras terminales”, finalizó Romagnoli.