El gobierno parece indiferente al efecto devastador de su plan en la economía real. Pero el fuego amigo del mercado cambiario y financiero seguramente le preocupa un poco más.
El salto del dólar blue y la caída de los bonos son señales del desgaste de la estrategia del Ministerio de Economía. Vuelve el temor por la deuda
Por Alvaro Torriglia
El ministro de Economía, Luis Caputo.
El gobierno parece indiferente al efecto devastador de su plan en la economía real. Pero el fuego amigo del mercado cambiario y financiero seguramente le preocupa un poco más.
En las últimas semanas Javier Milei sufrió su primera corrida cambiaria”, sentencian desde el Centro de Estudio Scalabrini Ortiz (Ceso) en su último informe de coyuntura. Y encuentran tres disparadores: una nueva disminución en la tasa de política monetaria, el “atraso” cambiario y, su consecuencia, una menor liquidación de exportaciones agropecuarias.
Para el centro de estudios que conduce Andrés Asiaín es una evidencia de los límites que comienza a tocar “la política de tasas de interés y dólar evolucionando por debajo de la inflación”. Una estrategia que, como agravante, “facilita el apalancamiento en pesos de los exportadores y evita que liquiden stocks para cubrir gastos operativos”.
Pero la política de licuación del ahorro en pesos viene desde hace unos meses. ¿Por qué esta corrida no empezó antes?, se preguntan en el Ceso. Y responden: la última movida se topó con un tipo de cambio exportador “casi 20% más bajo que el de noviembre de 2023” y una menor oferta de dólares en el mercado financiero. Y la promesa presidencial de eliminar las retenciones “no hizo más que estimular la especulación”.
El centro de estudios, que había advertido sobre la “insostenibilidad” de la estrategia de Milei y Caputo, ve detrás de la corrida al deterioro de las anclas cambiaria y monetaria. “Hoy el único motivo por el cual el BCRA sigue acumulando reservas es la caída de las importaciones provocada por una brutal recesión”, señalan.
De hecho, según marca el Mirador de la Actualidad, el Trabajo y la Economía (Mate) en su último reporte, si no se hubiera postergado el pago de importaciones, las reservas, en lugar de crecer en casi u$s 6.000 millones desde que asumió Milei, se habrían reducido en u$s 6.500 millones.
El caso es que mayo se fue, el campo no liquidó lo esperado y el FMI no respondió al pedido de nuevos créditos que le hizo l ministro de Economía. Por el contrario, llegan las facturas. La más urgente, que inquietó en la última semana al mercado, es el vencimiento del swap chino por u$s 5 mil millones. La agresiva política que adoptó el gobierno argentino contra ese país dificulta la renovación, lo cual podría obligar al Banco Central a desembolsar esa cifra entre junio y julio.
“Todos los vencimientos de deuda en moneda extranjera entran en un sendero ascendente en el segundo semestre”, recuerda el Ceso. En julio vencen cuotas de capital por la deuda renegociada en 2020. Son u$s 2.700 millones. También hay que pagar más de u$s 600 millones al Fondo.
Para Carlos Ríos, del Instituto de Estudios Nacionales del Foro Patriótico y Popular, “está cada vez más claro que el plan de Caputo hace agua por todos los costados y se cocina en su propia salsa”. La razón fundamental, señala el economista, es que “hizo lo que vino a hacer. que es exactamente lo mismo que hizo cuando fue funcionario con Macri”. Es decir, “atraer dólares golondrinas”.
“En tiempos de Macri, con la bicicleta financiera y la plata dulce, más el crédito que les dio el FMI, lograron ingresar más de u$s 100.000 millones, de los cuales u$s 86.200 millones terminaron fugándose”, recordó. Y agregó: “Ahora, en tan sólo cinco meses, Caputo se endeudó por la mitad de esa cifra, u$s 52.857 millones”.
Es la vieja bicicleta financiera, que necesita dólares para seguir girando. Caso contrario, acecha “el peligro de un efecto puerta doce” en el mercado cambiario, advirtió Ríos, quien señaló que “como las cuentas no cierran, Caputo debe apelar a nuevos trucos”. El más reciente es el decreto que amplía la emisión de Letras del Tesoro reembolsables durante 2024 por $ 35 billones,equivalente a unos u$s 35.000 millones. De este modo, “redobla la apuesta financiera y la eventual utilización del carry trade para tratar de estirar el desenlace de la crisis en curso”.
El problema es que la pirueta comienza a fallar en cadena. Pese a que el presidente celebra la desaceleración inflacionaria desde el nivel máximo al que él mismo la llevó en diciembre, el Indice de Precios al Consumidor mantiene un piso alto de incremento. Dice Mate: “Desde que asumió Milei se acumuló una inflación de 107% y sigue elevada en un contexto de retraso salarial, tipo de cambio oficial planchado, inédito ajuste fiscal y profunda caída de la actividad”. Ríos agrega que “para obtener artificialmente la inflación dentro de un dígito, el gobierno debió postergar varios aumentos de tarifas y transportes”. Estos precios comenzaron a liberarse en junio y, por eso, los economistas del REM prevén que mayo será un piso para el resto del año.
La estanflación fue clave en estos meses para lograr el objetivo oficial de licuar salarios. El del sector privado está hoy por debajo del nivel que tenía cuando comenzó el gobierno de Néstor Kirchner, enfatizaron los economistas de Mate.
En el sector público la caída del salario fue más brusca. Y en las jubilaciones “se consolidó el ajuste realizado a los pasivos en los meses de mayor inflación” a través de la reforma de la movilidad jubilatoria impulsada por el gobierno. El equipo de economistas que conduce Sergio Arelovich reportó que “las jubilaciones se encuentran un 5% por debajo de noviembre de 2023, un 25% por debajo de 2023 y un 54% por debajo de las de abril de 2015”. Con los bonos en las mínimas, las caídas fueron 6%, 16% y 35% respectivamente.
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“El empobrecimiento de jubilados es la principal razón del momentáneo equilibrio fiscal logrado. Le sigue el ajuste sobre la obra pública, que derrumbó el empleo en la construcción y que dejó sin obras esenciales a todas las provincias”, subrayaron.
En los primeros cuatro meses del año el Sector Público Nacional gastó $ 23,4 billones, un 32% menos que en el mismo período del año pasado. Pero ya esta semana el propio presidente abrió el paraguas sobre lo que viene. “Como la recesión impacta negativamente sobre la recaudación, a la larga no hay ajuste fiscal que alcance para equilibrar las cuentas públicas”, aclaran desde Mate.
Y la recesión no parece encontrar piso. “La caída en las principales actividades económicas es sólo comparable a lo ocurrido en pandemia”, anotaron los economistas rosarinos en su último informe. El comercio cae al 17% interanual, la industria al 20% y la construcción al 30%. “en el corto y mediano plazo el impacto sobre el empleo se sentirá con más fuerza todavía”, alertaron.
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