La Feria Internacional del Libro de Rosario regresa a la ciudad con propuestas literarias para las inquietudes de todos los lectores. Las infancias tendrán un lugar especial, por eso las aventuras y los misterios que siempre los convocan, no van a faltar. “¡Un martes 13 que nunca podrás olvidar!”, dice la invitación, que por aquellas cosas del destino, lleva al escritor Héctor “Pepo” Foulques a presentar el próximo martes 13 a las 15 el libro Demasiado miedo, su nuevo texto infantil publicado por Homo Sapiens.
Docente rural, profesor del Politécnico e incansable promotor de la escritura creativa, Foulques define a su nueva obra como “un libro de cuentos para chicos de 9 a 12 años, que aporta en las escuelas como disparador a la hora de generar motivación para escribir”.
La mayoría de los cuentos que integran su libro tienen como escenario la ciudad de Rosario y el ámbito escolar como parte del cotidiano de sus protagonistas, que en todos los casos son chicos y chicas. “Hay un cuento donde el protagonista es un niño que vende flores y va caminando por la ciudad, entra al teatro El Círculo, a Homo Sapiens, recorre la peatonal, pasa por la puerta del diario La Capital, en una situación en la que Rosario se destruye y hay que rearmarla. Hay otro cuento que se llama “Alquimia”, en donde justamente los chicos que están estudiando alquimia hacen un agujero en el piso y terminan cayendo en los misteriosos túneles de la ciudad”, cuenta el escritor.
En cada relato de Demasiado miedo, sus protagonistas experimentan aventuras en situaciones que les son cotidianas. Muchas de las historias tienen que ver con lo que acontece en las aulas, o lo que sucede cuando los chicos hacen sus tareas para la escuela. “Los cuentos de este libro dan la posibilidad de mirar lo usual como inusual, e inventar historias sobre lo que sucede cotidianamente”, dice Foulques y destaca que en estos relatos hay miedo, misterio y aventura, pero nunca violencia, y que además en cada cuento puede encontrarse un buen mensaje.
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Portada del nuevo libro de Foulques.
¡Escribí, animate!
“Un escritor se hace haciendo. Dicto talleres literarios desde esa idea y siempre partiendo desde la creatividad, no desde la corrección. Primero escribí, animate”, dice Foulques, que al momento lleva cinco obras publicadas y que es reconocido en el ámbito educativo por su trayectoria en la promoción de la escritura creativa. Una tarea que lo llevó a visitar un centenar de escuelas en toda la región.
En cada encuentro escolar, Pepo llega vestido de mecánico y lo hace con una intencionalidad muy clara: correrse del estereotipo instalado del escritor y bajarlo del pedestal de erudición, que usualmente aleja a las infancias. “Que llegue vestido de mecánico, al principio los descoloca un poco, pero al instante se enganchan con la idea de que ellos también pueden escribir. Con técnicas de generación de ideas, los chicos y chicas pueden escribir un texto como si nada, porque más que cualquier adulto, son sanamente desprejuiciados”, dice.
El encuentro de Foulques con la escritura explica esa carta de presentación que suele utilizar en las escuelas. Comenzó a escribir siendo ya un adulto y también tuvo que desandar el camino del prejuicio de que escribir no es para cualquiera. Cuenta que tenía unos 35 años cuando una mañana en una esquina de la ciudad experimentó una situación excepcional. Imaginó un secuestro, y la visión fue tan real que este hecho lo llevó a escribir compulsivamente una novela. Hay que rescatarla es el título del primer libro que publicó. “Fue rarísimo porque no me dí cuenta que estaba escribiendo un libro, lo supe cuando ya había escrito más de la mitad de la historia”, dice y recuerda una charla que tuvo en aquella época con unos amigos en un bar, en la que se animó a decir “estoy escribiendo un libro”. “Todos se rieron —cuenta— pero a partir de ese momento pasó a ser un libro de verdad para mi”.
Desde aquella experiencia, Foulques nunca más dejó de escribir. Dice que sus libros publicados representan muy poco de todo lo que usualmente escribe. Hay que rescatarla fue una novela para adultos que aborda el tema de la trata de personas. Al tiempo de su publicación, el escritor se encontró sorpresivamente con aquella obra en una secundaria. Aunque él no la había escrito pensando en las escuelas, con el tiempo se dio cuenta que la temática era ideal para que ser trabajada con los lectores adolescentes.
El escritor y docente cuenta que casi de casualidad comenzó a vincularse con el mundo escolar, y fue allí donde escuchó de boca de los mismos chicos que querían leer cuentos de terror. Un puntapié inicial para el nacimiento de sus próximos libros, por eso cuando se le pregunta qué lo condujo a la literatura infantil y juvenil, Pepo no duda en contestar que ellos mismos. “Cuando me preguntan en las escuelas por qué escribo para chicos y adolescentes, mi respuesta es por culpa de ustedes”, dice entre risas.
En este desafío de promover la escritura, Foulques cuenta haber visitado cientos de escuelas, especialmente primarias, de ciudades y localidades de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. “La experiencia con la escritura está latente desde pequeños, a veces solo hay que incentivarla. Muchas veces los chicos no se animan o creen que no pueden y no es así, esa es una de las cosas que más me motivan a dar las charlas” dice, y concluye: “La otra vez me hicieron una nota y me preguntaron, «¿decime qué sucede qué los chicos no leen ni escriben?», yo les respondí, «la verdad es que no tengo idea porque eso nunca me pasó». A aquellos que dicen que los chicos no, yo respondo que los chicos sí”.