Las primeras olas de calor, anticipadas y atípicas producto de la deforestación, entre otras cuestiones, hacen pensar a quienes usan la costa norte rosarina para refrescarse en el regreso de las palometas a las orillas del río Paraná. Desde La Florida indicaron que si bien la sensación térmica es elevada por estos días, el escenario este año es diferente en relación a los dos últimos veranos, en los que la bajante y la pandemia modificaron la fisonomía de las playas. No obstante, con el nivel del río en torno a los 3 metros y una corriente generosa que se renueva, los guardavidas comenzaron los monitoreos y tienen el protocolo de actuación listo ante cualquier eventualidad.
El responsable de los guardavidas en el balneario La Florida, Leonardo Manino, explicó a La Capital que si bien hay altas temperaturas en estos días, los eventuales inconvenientes que tienen con palometas se dan más que nada sobre fin de año. Además, comentó que hay “monitoreos” periódicos, pero que no hubo ningún evento desafortunado.
“Hay una ola de calor, pero no se nota que el agua haya cambiado de temperatura”, explicó. Cabe recordar que estos ejemplares son parte del ecosistema del río Paraná, pero que los ataques se relacionan con el aumento de la temperatura del agua, que provoca un aceleramiento del metabolismo de la especie, y con determinados comportamientos reproductivos.
A finales de 2021, desde La Florida indicaron que se probaron, a lo largo de los años, distintos métodos para contrarrestar la llegada de palometas, como redes contenedoras y cloro, pero ninguna funcionó del todo. Su aparición, al margen del dato referido al aumento de las temperaturas, es imprevisible.
El guardavidas dijo: “Hay que tener en cuenta que la altura del río está en tres metros, algo normal para la época. Veníamos de una bajante. Ahora hay más correntada y agua nueva, hay otro escenario”.
“Siempre tenemos todo listo por si ocurre algún ataque. Activamos acciones de manera preventiva con banderas para avisar a las personas que no pueden ingresar al río. Nos comunicamos entre todos los puestos y se informan las zonas peligrosas para que la gente esté advertida”, detalló Manino, y agregó que se intenta restringir el ingreso de personas al agua en el momento del suceso.
Es por eso que el guardavidas consideró importante que quienes ya comiencen a ir a la zona de La Florida y la Rambla Catalunya sepan de este protocolo: “Ahora volvemos a la normalidad porque la pandemia ya pasó y la gente se va a volcar masivamente, y a la normalidad del río, de la navegación y de los bañistas, junto al río de 3 metros, que es el habitual”.
“Estamos en comunicación constante entre La Florida y la Rambla, con todos los puestos. Si se ve algo, damos aviso, ponemos banderas de prevención, de color amarillo, y avisamos por altoparlante o verbalmente en cada zona donde ocurre”, señaló, para sumar: “Si hace falta, la zona se cierra y se pone bandera roja para que nadie ingrese al sector”.
El referente recordó que el año pasado hubo “hechos aislados” en relación a la aparición de palometas y que es preferible que el río conserve la altura actual: “Siempre es mejor esta instancia porque con la bajante hay pozos o barrancas cerca de la costa, que no se ven. Con la recuperación del nivel, el agua invadió todo lo que puede estar expuesto”.