“El mercado capitalista nunca tomo en cuenta el tiempo que destinan las mujeres al trabajo reproductivo. No lo visibilizó, no lo valoró, no lo remuneró ¿En la economía social y solidaria, no deberíamos pensar distinto, e incluir estas tareas como parte de lo productivo?”, preguntó María de los Angeles Dicapua y resumió así el intenso debate que se dio entre las mujeres mutualistas y cooperativistas.
La investigadora recordó que la división sexual del trabajo no es un efecto sino una consecuencia que sostiene el capitalismo y logró que esa forma económica perdure durante tantos siglos. “La unión entre capitalismo y patriarcado, el mejor matrimonio que se conoció”, aseveró.
Por eso para Blanca Suárez, presidenta de la Mutual Enfermero Donnet y vicepresidenta de la Federación de Mutuales Organizadas en la Defensa del Consumo, es posible una mirada diferente desde el sector. En ese sentido, consideró que las cooperativas deberían involucrarse activamente en el tema de los cuidados como un trabajo productivo, una demanda que quedó en evidencia en pandemia. “Las mutuales de la provincia pueden apadrinar a grupos de su comunidad que estén interesados en el tema de los cuidados y que quieran connformarse en una cooperativa para brindar esos cuidados” y así prestar un servicio que de otra manera se buscaría en el mercado, reflexionó.
“Es necesario hacer una división para poder convertir este trabajo informal, y formal, en un asunto público”, dijo Suárez y planteó además que esta crisis de los cuidados, que se ve profundiza en la emergencia sanitaria por pandemia, “tuvo efectos nefastos sobre las mujeres”.
Al respecto explicó que según datos del Indec, un 15,54% de la población son adultos mayores de 60 años, de los cuales el 57% son mujeres. En Santa Fe “tenemos la segunda provincia en mayor población envejecida junto a La Pampa y Córdoba y eso se llama feminización de la vejez”, reflexionó y explicó además que esto “produce vejeces desiguales”, ya que provoca que las mujeres lleguen a edad más avanzada pero no en las mejores condiciones, en la mayoría de los casos por la sobrecarga de cuidados que generan patologías psíquicas, falta de alimentación o de descanso.
El camino a una justicia restaurativa
La interpelación de los feminismos desde el espacio cooperativo y mutual también se planteó al interior de la Justicia y el tratamiento de los casos de violencia de género. “Hoy el sistema penal no repara el daño y es un trabajo inconcluso para la víctima”, dijo Silvia Basualdo de la Federación de Mutuales Brigadier López, quien junto a Sara Romero plantearon el trabajo que vienen realizando para instalar el concepto de “justicia restaurativa” en las entidades. “La sanción punitiva no es todo para las mujeres que han sido violentadas y el sistema hoy sólo tiene eso, dejando al agresor con una pena pero sin atender la necesidad de la víctima”, dijeron.