
La ciudad
Jueves 26 de Marzo de 2015
Seguramente, los versos "Brasil, decime qué se siente" siguen siendo una puñalada en el corazón verdeamarelo de nuestros vecinos, quizás tanto como el 7 a 1 que le propinó Alemania en el Mundial del año pasado. Para vengarse, un notero de CQC Brasil (allá lo llaman "CéQueCé", Custe o Que Custar) llegó a Buenos Aires con una curvilínea garota. O eso parecía.
No por simple la venganza dejó de ser efectiva. El desafío era: aquel que besara una camiseta de Brasil se ganaba el derecho a darle siete besos a la muchacha. Que, en realidad, era un travesti de nombre Claudio.
Los noteros de CQC se ubicaron en los alrededores del estadio donde se jugó la Copa Davis. Y los argentinos "picaron", besaron la casaca "canarinha" y también a Claudio. Y recién al final les avisaban que se trataba de un travesti.
Incluso hubo alguno que se entusiasmó y le dio bastante más de siete besos...
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