Narrativa. "Amy Foster y otros relatos del mar", de Joseph Conrad. Punto de Lectura, Buenos Aires, 2007, 184 páginas, $ 19.
Narrativa. "Amy Foster y otros relatos del mar", de Joseph Conrad. Punto de Lectura, Buenos Aires, 2007, 184 páginas, $ 19.
La vida de Joseph Conrad (1857-1924) estuvo cargada de aventuras. A los 17 años se embarcó rumbo a las Antillas Francesas y Marsella. El entusiasmo que le despertaba el mar lo que empujó a que ascendiera de aprendiz a capitán, viviera aventuras más o menos peligrosas y escribiera en los barcos. Tras dejar la navegación, se dedicó a la literatura. De allí provienen los textos de Amy Foster y otros relatos, donde el mar es un protagonista clave. El libro incluye material hasta ahora inédito en español y se trata de "Falk", una novela corta, donde un marino se ve obligado a comer carne humana para sobrevivir a un naufragio; "Amy Foster", una narración alucinante y en buena parte autobiográfica, y "Mañana", cuento en el que Conrad recrea los últimos años de vida de un capitán, donde se pone en juego la parábola del hijo pródigo, en un marco de nostalgia.
Novela. "La descomposición", de Hernán Ronsino. Interzona, Buenos Aires, 2007, 144 páginas, $24.
A medida que transcurre La descomposición el lector sentirá que la violencia no es un tema ajeno, aunque Hernán Ronsino haya elegido un tono particular para hacerla sentir. Una historia, o varias, desperdigada en fragmentos encierra secretos que de una manera persistente pero no evidente el autor invita a intentar dilucidar. Crímenes de hoy y de ayer, claves de un pasado para entender el presente, en esta novela el suspenso parece diluirse justo en el momento de mayor tensión. La descripción de los ambientes y personajes no son ajenos a este juego. "Cada vez que golpeo con el hacha (el golpe repercute, trepando por mis brazos) se me va despertando, lento, pero gradual, el recuerdo de un sonido: ese golpe, constante sobre la rama, seco, vibrando, después, en mis brazos se parece al tiro de una escopeta", dice uno de los protagonistas de la novela.
Por Gonzalo Santamaría
Por Matías Petisce