Santa Fe.— Un deportista de 36 años falleció el sábado en esta ciudad de muerte súbita mientras disputaba un partido de fútbol de la Liga Interprofesional. El caso es el segundo en tan sólo 23 días, después de que el 26 de mayo ocurriera una desgracia similar con otro jugador, de apenas 21 años. Las autoridades de los torneos evalúan exigir a todos los jugadores estudios médicos, algo que distintos profesionales de la salud consideran una urgente necesidad (ver notas vinculadas).
Nicolás Pulvirenti tenía 36 años y era profesor de tenis. Estaba jugando al fútbol en el Sanatorio Santa Fe. Estaban en la mitad del partido cuando sufrió una muerte súbita. Aunque se hizo todo el esfuerzo médico para reanimarlo, la víctima no respondió, y murió en el camino hacia un sanatorio privado. Hacía tres años que jugaba en la liga. "Trataron de reanimarlo, pero no pudieron", explicó el responsable de Torneos de la Liga Interprofesional, Juan Carlos Rodríguez, que desde hace 27 años organiza torneos amateurs.
"Ya teníamos previsto pedir revisión médica a la gente que supere cierta edad, como para sumar algún control más. Pero estos casos son muy difíciles de prevenir. Nicolás era muy sano, profesor de tenis, todo hacía suponer que estaba en buen estado de salud y que no podía ocurrirle nunca nada. Pero bueno, sucedió y estamos todos muy preocupados. Es algo que no se puede prever", afirmó Rodríguez.
El directivo insistió con que el caso de Nicolás es el primero en la Liga Interprofesional, y que "alguna consecuencia va a tener. Algo tendremos que modificar. Considerábamos que con las ambulancias estábamos cubiertos. Nunca pensamos que podía suceder algo así. El servicio de ambulancias siempre se usó cuando han ocurrido lesiones pero todas sin riesgo de vida, ahora vamos a tener que revisar todo nuevamente y rever qué vamos a hacer".
Y en ese sentido advirtió que "por lo menos, los ingresos a la Liga tendrán que ser más estrictos. Ya estamos pensando seriamente en suspender los partidos un par de fechas y pedir certificados médicos a todos. De todas maneras, un caso como este no sale en ningún control médico de rutina. Lo que suele suceder es que, como hace muchos años que compartimos este espacio, sabemos qué afecciones tienen los jugadores. Si conocemos a alguien con un problema cardíaco, lógicamente no lo dejamos inscribirse".
La Liga Interprofesionales de Santa Fe nuclea a unos 800 jugadores, de entre 24 y 65 años, que están distribuidos en tres categorías.
El fallecimiento de Pulvirenti recalentó las críticas que surgieron a la precariedad de la organización de las ligas amateurs cuando se conoció la muerte súbita de Luis Camissi, el 26 de mayo pasado.
Camissi estudiaba ingeniería química en la Universidad Nacional del Litoral y los fines de semana disfrutaba jugando en la Liga de Inmaculada.
En ambos casos, a las condolencia a las familias se sumaron las críticas por la falta de control en las ligas independientes con fines comerciales. Rodríguez reconoció que el diálogo entre las ligas amateurs para consensuar acciones en este sentido es un tema pendiente.