Para circular en bicicleta por la ciudad de Casilda los ciclistas tendrán que cumplir con una serie de medidas de seguridad si quieren no ser advertidos ni sancionados por el municipio.
Lo inédito de la norma sancionada recientemente por el Concejo es que los ciclistas que incumplan las reglamentaciones dispuestas, ante la primera infracción recibirán un llamado de atención por parte de la autoridad municipal y, en caso de reincidir, tendrán que realizar trabajos comunitarios.
Al menos así lo establece una ordenanza aprobada, por unanimidad, en la última sesión pública que obliga además a los usuarios a colocar tanto en pedales como guardabarros y cuadro de sus bicis "ojos de gato, cintas refractarias y luces destelladoras", entre otros elementos que faciliten su visibilidad, fundamentalmente en horario nocturno. Lo dispuesto apunta a prevenir accidentes que pongan en riesgo la vida de ciclistas como de terceros.
En Casilda este medio de transporte, que se caracteriza por ser cómodo, económico y beneficioso para el ambiente puesto que no es contaminante, se fue incrementando con el paso del tiempo, lo que significa una modalidad positiva que contribuye, en alguna medida, al descongestionamiento de vehículos, especialmente en la zona céntrica.
Pero la mayor circulación de ciclistas tiene como costado negativo que un ínfimo porcentaje de los vecinos que se trasladan en bicicleta toma preocupaciones en materia de seguridad a la hora de salir a la vía pública a lo que su suma, en muchos casos, conductas imprudentes de circulación.
Irregularidades al transitar
En Casilda es casi común advertir la presencia de jóvenes o adultos transitando con sus bicis en contramano sobre veredas u otros lugares indebidos. Y ni hablar de ciclistas que circulan uno al lado del otro en forma de grupo que llevan sobre el volante a algún acompañante sin reparar el peligro que ello significa.
Y la situación es aún más grave por las noches donde casi nadie, excepto quienes practican la actividad como deporte, apela al recaudo de transitar con algún tipo de luminosidad para evitar problemas.
Si bien no es un tema nuevo y mucho menos ignorado recién ahora la ciudad cabecera del departamento Caseros contará con una ordenanza para intentar revertir o al menos ponerle límite a una anormalidad que parece haberse naturalizado.
Algo similar sucede con el tema de las motos aunque en los últimos años se logró avanzar por medio de rigurosos controles municipales que fueron corrigiendo inconductas.
La flamante ordenanza surgió a instancias de un proyecto que impulsó en mayo de este año la concejala peronista Antonia Pierucci y que fue sancionado recién ahora tras estar en estudio de comisión durante cinco meses.
Antes de su puesta en funcionamiento el gobierno local tendrá un plazo de 90 días para fomentar y difundir lo resuelto a través de "campañas públicas" de concientización además de asesorar a los usuarios de las reglamentaciones, que serán controlados por medio del área de Inspección de Tránsito.
Quienes incumplan lo dispuesto serán pasibles de sanciones. Tras la primera infracción el ciclista recibirá un llamado de atención de parte de la autoridad municipal y si reincide deberá realizar trabajos comunitarios.
Entre los fundamentos de la ordenanza se destaca que "es de importancia que las bicicletas cuenten con elementos que faciliten la rápida visualización, especialmente en horarios nocturnos o ante escasa visibilidad".
Y en esa línea resalta que "no solamente es necesario que cuenten con luz trasera, como vienen de fábrica, sino también en sus laterales y el frente" al tiempo que rescata el espíritu "preventivo" de lo normado.