San Lorenzo intensificará los controles nocturnos

San Lorenzo.— En la última reunión del año del Consejo de Seguridad Pública, que se conformó este año en la ciudad, sus integrantes expresaron su respaldo a la política de controles que el municipio, junto a la policía, viene realizando sobre la actividad nocturna. El intendente Leonardo Raimundo ratificó que se intensificarán en 2010.

En varios operativos se clausuraron boliches bailables, cabarets, quioscos y hasta un ciber, por distintas irregularidades, fundamentalmente por la venta de alcohol a menores.

El Consejo de Seguridad fue creado por ordenanza con la intención de generar un espacio amplio de debate, propuestas y participación para afrontar el controvertido tema de la inseguridad.

La reunión estuvo encabezada por el intendente, el jefe de la UR XII comisario Eduardo Aucar y el juez en lo Penal Correccional de San Lorenzo Juan Tutau y sirvió para hacer un balance de lo actuado durante el año y para presentar los objetivos en 2010.

El Consejo lo integran varias instituciones y ONG de la ciudad como la Escuela de Amor, Padres en la Ruta, Centro de Orientación a la Víctima, Vida y Familia, la iglesia San Lorenzo Mártir, las evangélicas, y la policía comunitaria.

Si bien se habló de todo lo hecho en el año, el intendente hizo una extensa exposición de lo actuado sobre los comercios que basan su actividad en la vida nocturna, motivo por el cual recibió el respaldo de las instituciones del Consejo.

Intensificación. En la reunión Raimundo ratificó “el compromiso de seguir e intensificar los controles porque todos los sanlorencinos queremos sentirnos seguros en la ciudad”.

Un tema que quedó para implementarse en 2010, y que surgió como inquietud en la reunión, es la incorporación de alguna de las ONG que integran el Consejo a participar de los operativos de control, sobre todo cuando se trata de verificar la venta de bebidas alcohólicas a menores.

Fiestas controladas. Hoy el municipio y la policía darán los detalles de los operativos que se harán en la ciudad durante la madrugada del 25 y del 1º de enero para reducir las posibilidades de accidentes y de hechos violentos, producto de la ingesta de alcohol.