Aun cuando es sabido que el riesgo de cáncer de mama aumenta con los años las
campañas masivas de detección alentadas desde las organizaciones y el Estado excluyen a las mayores
de 65 años en virtud de un consenso internacional que establece esa edad como tope para la
prevención. Para certificar la incidencia del cáncer de mama en mujeres mayores y reclamar su
inclusión en los programas de prevención nacionales, desde Lalcec Rosario se efectuó un
relevamiento estadístico que demostró la alta frecuencia de la enfermedad en este sector de la
población. Los datos obtenidos motivaron la presentación de los resultados en la sede nacional de
la entidad con vistas a modificar la edad límite de las actuales campañas.
"En Lalcec hacemos las senografías a mayores de 65 años que lo piden, pero eso
no está previsto en las campañas masivas", dijo a
La Capital Alba Nora Cánepa, vicepresidenta de la entidad y responsable del
trabajo que fue presentado en el último Congreso Argentino de Oncología efectuado el noviembre
pasado en Rosario y publicado en la revista "Oncología clínica".
"En las próximas campañas vamos a extender la edad hasta los 70 años", prometió
la vicepresidenta de Lalcec.
El doctor Carlos Capitaine Funes, encargado de la sección ginecología de la
entidad y a cargo de patología mamaria del Hospital Centenario, dijo no sorprenderse por estos
datos. "Sabemos que esto ocurre porque cuanto más años tiene la mujer mayor es el riesgo", dijo. El
médico confirmó la importancia de la senografía como método de diagnóstico para la prevención y
tratamiento oportuno del cáncer de mama y aseguró que a nivel hospitalario se realizan senografías
a todas las mujeres, sin límite de edad. "En general, las mujeres de edad avanzada responden mejor
a los tratamientos y se curan rápidamente", ratificó.
La primera campaña de prevención del cáncer de mama mediante senografías en el
país se efectuó en Rosario en 1989. "Por entonces el estudio no se efectuaba de rutina, salvo en
aquellas mujeres con antecedentes o que ya habían detectado la presencia de alguna anormalidad",
dijo Capitaine Funes.
En las jóvenes. Lo que lleva al asombro del médico es la preponderancia que
alcanza la enfermedad en las mujeres jóvenes. "Hasta hace unos años era raro encontrar una mujer
entre 20 y 30 años con cáncer de mama, ahora es más frecuente", dijo. Consultado sobre las causas
de este fenómeno lo atribuyó a factores ambientales que alteran el genoma humano. "En el cáncer de
pulmón sabemos que es el cigarrillo; en el de útero, el virus del papiloma, pero en el de mama, aún
no sabemos qué lo origina", agregó.
Capitaine Funes desestimó que sea de utilidad la inclusión de las menores de 35
años en las campañas masivas porque este estudio "tiene poco valor diagnóstico a estas edades, en
virtud de la densidad del tejido mamario que impide visualizar las microcalcificaciones y otros
elementos. Lo mejor en la mujer joven es el autoexamen mamario, cada quince días", remarcó.
"El diagnóstico senográfico da una pista del problema, pero sólo puede ser
confirmado por una punción o una cirugía biópsica", agregó.
Los números. El estudio efectuado por Lalcec Rosario incluyó a 1693 mujeres de
entre 40 y 65 años. De ese total, 768 estaban comprendidas entre los 40 y 49 años; 703, entre los
50 a 59, y 222 entre 60 y 65 años.
En total se detectaron 11 casos de cáncer, de los cuales cuatro (36,36 por
ciento) son de mujeres de entre 40 y 49 años; dos (18,18 por ciento) de 50 a 59 años y cinco (45,45
por ciento) de 60 y 65 años.
El porcentaje de cáncer total concuerda con las estadísticas internacionales,
que ronda el 0,5 por ciento.