Aquellos tiempos. Recuerdo los martes. Esos eran los días en los que mi viejo se quedaba en casa con nosotros a la mañana. Era el día de los planes "lúdicos". Ir a jugar a los jueguitos en la galería Mendoza de Echesortu, cocinar milanesas, o ir al centro y pasear por Royal y La Favorita.
Familia. Acá aparece otro recuerdo que tengo: acompañar a mis viejos a los Tribunales. Los dos abogados, a veces no tenían con quién dejarnos y ahí íbamos, todos en familia, munidos de expedientes a recorrer secretarías y juzgados. Para mí, era una aventura.
Deseos. ¡Quería ser maestra! Me encantaba llenar los cuadernos con sellitos, "corregir" tareas y escribir en los pizarrones que nos había hecho mi abuelo, que era carpintero.
La carrera. De adolescente me encantaba el cine, escribir, ver películas. Creo que opté por comunicación más que nada por pensarla como otra forma de poder contar historias. Mi primer laburo fue una pasantía en Radio Uno a los 17 años. Cortaba cables de Télam (¡era la prehistoria!) y armaba la agenda cultural. Tenía como tutora a Natalia Colomé, una locutora muy popular en ese momento. Una capa, muy generosa. Y la radio, un lugar hermoso.
¿Bajo control? Soy extremadamente controladora. Me cuesta delegar, planifico todo. Siempre fui así, pero hoy en día, mucho más. Tengo un hijo con un síndrome poco frecuente que amerita agenda médica y de terapias 24/7, de enero a diciembre. En ese sentido, la organización se torna una necesidad más que una manía.
La maternidad. Puede sonar raro, pero nunca estuvo en mis planes. Por esa razón, no tenía ideales ni expectativas. El lado B de la maternidad a veces puede ser abrumador. La mujer está como nunca inserta en el mundo laboral, y ese equilibrio entre maternar y laburar afuera, es asfixiante. Una vez me dijeron que la maternidad es el cansancio más hermoso del mundo. Y es así. Es un desafío, nos pone a prueba constantemente, y nos hace descubrir formas del amor desconocidas. Pero también suele ser agobiante.
El tiempo libre (¿hay tiempo libre?). Antes escribía guiones. Me encantaba el cine. Era feliz en los festivales. Hasta el aire que respiraba en los festivales de cine me parecía distinto ¡Hoy ya ni puedo ver una serie entera! En mis escasísimos tiempos libres trato de ponerme al día con Succession. Esa serie es una clase magistral de guión y actuación.
Próximos objetivos. Uno es, justamente, lograr más tiempo de juegos y menos tiempo de salas de espera. Más tiempo en familia de calidad y disfrute. También me gustaría mucho volver a escribir... tener tiempo, ideas, voluntad y cabeza para crear historias como hacía de chica. Y por último, ¡viajar!
Compañías y soledad. Disfruto muchísimo de la soledad. De adolescente prefería quedarme mirando tele antes que salir a bailar, por ejemplo. La vida social me gusta y los lazos de amistad son fundamentales. Pero no le huyo a los momentos de soledad, no la padezco. Estar bien sola , estar cómoda con el silencio y con una misma, me parece indispensable.
Frase favorita. "Sacar belleza de este caos es virtud", de Deja Vu de Cerati es una buena frase para desafiar estos tiempos tan complejos e inciertos.