La preocupación generada en Arequito ante la posibilidad de que una empresa multinacional instale en la localidad una planta de reciclado de residuos industriales, como dio cuenta oportunamente LaCapital, recaló en la Cámara de Diputadas de la provincia, a instancias de un proyecto de comunicación, aún no aprobado, para que el Ejecutivo informe sobre las medidas implementadas para determinar si tal emprendimiento podría afectar, como se teme, la salud de la población.
Si bien se dispuso y está desarrollandose un estudio de factibilidad ambiental, hídrica y social, se desconoce en qué punto se encuentra y cuánto faltaría para arribar a una conclusión, lo que provoca aún mayor intranquilidad entre los arequitenses, quienes esperan una respuesta que aclare el enigmático panorama.
En ese marco, la diputada provincial y vecina de Chabás, Miriam Cinalli, impulsó la iniciativa que ahora está siendo evaluada por la comisión de Medio Ambiente de la Cámara baja —donde es vicepresidenta— para resolver si vuelve al recinto para su tratamiento definitivo.
La legisladora fundamentó su planteo invocando la preocupación de "vastos sectores de la sociedad civil en relación al crecimiento de enfermedades, aparentemente ligadas a problemas ambientales de diversa índole y, entre ellos, a la calidad, composición y/o contaminación provenientes de industrias con procesos contaminantes en la salud de la población".
Y en esa misma línea se refirió, valiéndose de información recabada en tal sentido, a que la preocupación "no sólo está centrada en los habitantes de Arequito, sino también en numerosos profesionales y especialistas" que al ser consultados al respecto vertieron su opinión "alertando" sobre consecuencias no deseadas. Por ello Cinalli consideró "justificado" el tratamiento "decidido" que merece el asunto "tanto de los legisladores como de los funcionarios y ministerios responsables en estas temáticas".
La situación de incertidumbre es tal que, como también publicó este diario, un grupo de vecinos creó una página de Facebook identificada con el nombre "Arequito sin contaminación", para mostrar su descontento.
A ello se sumó la presentación, en la comuna, de una nota con centenares de firmas para reclamar una audiencia pública destinada a visibilizar en qué consiste el proyecto que tendría previsto desarrollar la empresa multinacional Befesa en la capital nacional de la soja.
Aunque desde el gobierno local aseguran no oponerse a esa modalidad —incluso presentó un proyecto comunal que contemple esta y otras acciones para despejar dudas—, ello ocurrirá si los estudios de factibilidad allanan el camino para que la firma avance con el pedido de habilitación, que todavía no hizo, para su instalación y puesta en funcionamiento.
Millonaria inversión en dólares
De prosperar el emprendimiento, la empresa invertiría unos 50 millones de dólares para la instalación de un establecimiento de reciclado de zinc de polvo de acería que generaría entre 60 y 80 puestos de trabajo directos e indirectos, lo que si bien resulta atractivo para un sector de la sociedad, "no tendría sentido si para ello hay que poner en riesgo la salud", coinciden en señalar los vecinos que se resisten a su desembarco.
Cabe también recordar que el emprendimiento, de prosperar, funcionaría en un predio rural de 36 hectáreas ubicado a unos dos kilómetros al norte del casco urbano y cuyo espacio ya fue afectado para el desarrollo de nuevas actividades industriales. Todo esto a instancias de una resolución sancionada en octubre del año pasado por la comisión comunal.