¿Cuánto debe impresionarnos que Japón le haya ganado a Alemania? Es razonable que bastante, ya que no lo esperábamos. Todo el tiempo hablamos de batacazo y de sorpresa. Pero el de Alemania 1974 debe haber sido el último Mundial en el que no existieron esos resultados que, aunque difíciles de pronosticar, ocurren todo el tiempo. Salvo si tenemos en cuenta que en ese momento había dos Alemania, que el capricho del sorteo las dejó en el mismo grupo y que se impuso la más débil, la Oriental, que no tenía la poderosa liga de su vecina Occidental, ni su competitividad ni sus nombres.
Estamos hablando de casi cincuenta años en que persistimos plantados en un discurso que un deporte muy dinámico y cambiante dejó obsoleto. Hoy cualquier resultado se puede dar. Sin embargo seguimos sin situar en tiempo la actualización física y táctica que empareja el fútbol global. Esa que hace que Arabia festeje ante Argentina y que Japón le gane a Alemania. Que Túnez le haga un partido de igual a igual a Dinamarca sin que haya ventajas, como el de ayer, se convirtió en esperable. O que pase lo mismo este miércoles entre Marruecos y Croacia, último subcampeón del mundo, que pudo incluso salir derrotada.
No se gana más con la camiseta. Aunque las califiquemos así, las llamadas sorpresas son algo ritualizado. Se aprendió muy bien en España 82 cuando Argelia con un planteo muy astuto y audacia técnica le ganó a Alemania 2 a 1. Fue tal el desconcierto y el horror a los efectos, porque Alemania corría el riesgo de no pasar de fase de grupos, que los germanos pactaron con Austria ganarles 1 a 0 en el último partido, lo que les aseguraba a ambos el avance a la siguiente etapa. Durante media hora un equipo y otro se dedicaron a pasarse la pelota sin marcas ni peligro en las áreas. Eso hizo de este partido uno de los capítulos más bochornosos de la historia de los mundiales. "Que se besen, que se besen", gritaban los 40 mil espectadores desde las tribunas del estadio El Molinón de Valencia, ante lo infame y evidente del tongo.
Argentina le va a ganar más a Arabia las más de las veces. Alemania se impondrá a Japón más que a la inversa. Pero hoy cualquier resultado es posible. Eso no implica decir que las probabilidades de ganar sean las mismas para un equipo que patea al arco veinte veces, como Alemania este miércoles, que otro que patea ocho, como Japón. Pero tener el 73 por ciento de posesión (Alemania) no garantiza prevalecer cuando progresa la disposición táctica, el rigor del entrenamiento y la condición física de los otrora más débiles. Japón en el primer tiempo llegó a defender ¡con nueve! adentro del área. Pero en dos ráfagas (y no fueron solo dos) rompieron el esquema alemán y voltearon el resultado.
Alemania Federal vs. Austria Copa Mundial de Fútbol de 1982 realizado el 25 de junio de 1982
Cómo Arabia este martes con Argentina los japoneses tuvieron una fórmula parecida: organización e intensidad. Los saudíes adelantaron la zaga defensiva de cinco hombres casi al círculo central y las pocas veces que recuperaban la pelota salían como lanzas con la mayoría de los jugadores emblocados en veinte metros. La estadística dice que patearon al arco 3 veces contra 15 de Argentina. Tuvieron suerte, sí. Pero ganaron por tener orden y eficacia.
Senegal le ganó a Francia en el partido inaugural de 2002 del mismo modo que Camerún lo hizo con Argentina en 1990. Los dos derrotados llegaban como campeones del mundo. Túnez debutante bailó a México en Argentina 78 y mereció mucho más que el 3 a 1 final. Así como cayó ahora con Japón, hace cuatro años Alemania también perdió con México en primera ronda y con Corea del Sur, así que se volvió en primera ronda.
¿Cómo habrían tratado a quien en Brasil 2014 asegurara que Costa Rica iba a salir primero, jugando un fútbol de gran belleza, en una zona donde también estaban Inglaterra, Italia y Uruguay? ¿Quién podía pensar que Corea eliminaría a Italia en 2002? ¿Quién que la misma Arabia que nos amargó le ganaría 1 a 0 a Bélgica en 1994? Con uno de los mejores goles de los mundiales además.
OWAIRAN - against belgium 1994
El magnífico sitio Opta Analyst señala que con Japón 2 Alemania 1 es la segunda vez desde Inglaterra 1966 que un equipo que tuvo el 26 por ciento de la posesión gana. Sólo una vez hubo una selección que ganó con una menor posesión. Fue Corea del Sur en el Mundial pasado. Contra Alemania casualmente.
No es casualidad que en la historia de las Copas del Mundo siempre se impongan las mismas selecciones. Alemania tuvo una expectativa de gol en el primer tiempo de 1,68 contra 0,11 de Japón. Con esa eficacia no se puede llegar muy lejos. Pero sí se puede ganar un partido y pasa a menudo. Que con ese desempeño se conviertan en protagonistas en la fase final de un Mundial es otra cosa.