Argentina enfrentará este sábado a una de las selecciones sorpresas de este vertiginoso Mundial. “Quedó demostrado en la fase de grupos que Australia no fue a pasear a Qatar, fue a competir”. La frase puede tomarse como un hincha radical oceánico en la previa del encuentro ante Argentina por los octavos de final. Pero tiene un sólido argumento debido a que la pronunció Gabriel Wilk, un mánager argentino que reside en Camberra desde hace 36 años y conoce a la perfección a los socceroos. Este marplatense resaltó en diálogo con este diario que “la base del equipo está basada en lo físico y en el pase a un toque, en lo simple”. También remarcó: “A Messi no le harán marca personal porque el entrenador Graham Arnold se ocupa más de su equipo que del rival”.
Viene de dar el batacazo en el Grupo D al vencer y eliminar a Dinamarca. Australia quiere seguir haciendo historia al andar. Logró meterse por segunda vez en los octavos de final de una Copa Mundo (la anterior fue en Alemania 2006). Este sábado buscará pasmar a la Scaloneta en el estadio Ahmad bin Ali, desde las 16, basándose en su propio libreto.
Wilk vive en Camberra. Fue futbolista y entrenador de varios equipos, y actualmente es mánager de Camberra Croacia. Al ser consultado sobre cuál es el secreto de los oceánicos en la Copa del Mundo, el marplatense no dudó. “Todo es fruto del trabajo que viene haciendo el entrenador Graham Arnold. En este proceso hizo debutar a 32 jugadores y utilizó a más de 68 futbolistas”, sostuvo.
Luego hizo foco en cómo es el equipo que enfrentará a Messi y compañía por el boleto a los cuartos de final. “La base está en lo físico. Los australianos se matan en cada pelota. No paran de correr en todo el partido. No tengo dudas de que será un partido difícil para los dos”, comentó.
“Lo saliente es que el técnico Graham Arnold es muy estudioso en todo sentido. Emplea un sistema táctico de 4-3-3, donde las bandas tienen mucha dinámica. Si ven que Australia le cede la pelota a Argentina al inicio es para analizar desde adentro por dónde podría atacarla y lastimarla. Con Francia le dio resultado al inicio, pese a que terminó perdiendo 4 a 2, aunque después jugó ofensivo y ganó los dos partidos. Incluso contra Dinamarca le alcanzaba con empatar para clasificar, pero decidió ir al frente y termino logrando una victoria resonante”, expresó Wilk.
Para los australianos el deporte más convocante es el rugby. “Pero el fútbol no tiene nada que envidiarle porque creció muchísimo. Y sigue evolucionando. De hecho, es la primera vez que hay tantos jugadores en el exterior, sea en Estados Unidos, Japón o en varios clubes de Europa. Solo hay ocho profesionales que militan en la liga de acá”.
Con respecto a cómo podría contener al crack rosarino Leo Messi, el marplatense fue contundente y gráfico. “Australia no es de hacerle marca personal a nadie. Eso sí, por donde vaya Messi tendrá uno o dos jugadores para tratará de anularlo. Pero no es que tendrá un jugador haciéndole sombra”, comentó el experimentado mánager .
Mirada interna
“El jugador más importante es Aaron Mooy, que juega en Celtic de Escocia. Tiene 53 partidos con la selección mayor y es quien manda en el mediocampo. Luego está el delantero Jamie Maclaren. Juega en el Melbourne City. Es un nueve que pelea todas las pelotas y no le tiene miedo a nada. Encara y encara, además de ser goleador”, describió. “Otro jugador importante es el delantero Crier Gudyn, quien estuvo mucho tiempo en Europa. Es un zurdo rápido y encarador”, deslizó.
Otras las virtudes de los oceánicos es la altura. Sin dudas, será un dolor de cabeza para Lionel Scaloni. Al menos así lo marca la previa. “El arquero Mat Ryanel mide casi 1,85 metros. Se desempeña en Bélgica, aunque jugó en España. Le da mucha tranquilidad al equipo. Mientras que Garang Kuol es un chico de 18 años con un gran futuro. Debutó ante Francia y ya lo vendieron a Newclaste. También hay otro futbolista que puede sorprender por su potencia. Es Awer Bul Mabil. Tiene 25 años y nació en Kenia pero llegó al país como refugiado. Juega en Cádiz ( es compañero del ex Central, Jeremías Ledesma). Entra en el segundo tiempo pero tiene un gran despliegue”, apuntó Gabriel.
“En realidad, el fútbol de esta Australia se basa en jugar por abajo y tener la pelota. Cuando atacan, van todos al frente. Juegan a un toque, de manera sencilla. Buscan el contraataque y ahí son bravos, duros”, puntualizó. “Si bien depende de cómo jugará Argentina, lo cierto es que si no hace uno o dos goles rápido podría ser después más fácil para Australia”.
Wilk comentó con cierto orgullo: “Acá nos respetan mucho y nos tienen como candidatos. Pero Australia se ocupará más de Australia que de la propia Argentina”. Por último, contó qué tiene el elenco oceánico como para vencer a la Scaloneta esta tarde. “Tiene mucha garra, amor propio y muchos huevos”, clamó.
“Hay una fiebre por el Mundial y Australia demostró que no fue a pasear a Qatar. Fue a competir al Mundial. La presión la tiene Argentina porque Australia sabe que no pierde nada si no pasa a los cuartos de final porque esta es la segunda vez en su historia que se logró acceder a los octavos. Así que en esta nación ya están todos felices”, describió Wilk.
A la hora de contar cómo vivirá el crucial encuentro de esta tarde en Qatar, el marplatense se puso serio y respondió: “El corazón estará partido. Australia me viene dando todo desde hace 36 años. Acá tengo amigos y mi trabajo. Pero Argentina es mi país, mi sangre. Sé que de una u otra manera, al final del partido estaré tan contento como triste”, cerró.