Los beneficios del deporte tanto para la salud física como la mental son bien conocidos. Sin embargo, en ocasiones, el exceso de ejercicio o una técnica inadecuada pueden conducir a lesiones que afectan nuestra salud. Entre estas lesiones, la hernia del deportista es una afección común que puede limitar la capacidad de realizar actividades físicas y causar molestias significativas.
La Hernia deportiva o también llamada pubalgia es un término utilizado para describir un tipo de dolor crónico de la ingle, que puede estar provocado por daños en los tejidos blandos (músculos, ligamentos y tendones) de la ingle. Se produce en los deportistas profesionales y recreativos. Es una afección predominante en los hombres aunque las mujeres también pueden desarrollar esta condición. Representa el 0,5% a 6,2% de las consultas efectuadas por deportistas. Atribuido históricamente y exclusivamente a procesos osteoarticulomusculares, en los últimos años se han identificado, en algunos de estos pacientes, debilidades de la pared posterior de la ingle.
¿Qué determina que se trate de una hernia?
El cuadro, definido recientemente como "una hernia oculta causada por debilidad o desgarro de la pared posterior de la ingle, sin protrusión clínicamente evidenciable", o como "hernia inguinal inminente pero no demostrable", se caracteriza por dolor que, si bien no es frecuente que interfiera en la vida cotidiana, afecta el rendimiento durante el entrenamiento y la competencia, por lo que puede poner en riesgo la continuidad de la carrera deportiva.
La ausencia de protrusión peritoneal voluminosa complica el diagnóstico semiológico y obliga a recurrir a estudios por imágenes, que deben ser realizados e interpretados por operadores con experiencia en la exploración de las partes blandas de la región.
¿Cuáles son los síntomas?
El principal síntoma es el dolor en la zona de la ingle o la parte baja del abdomen que suele incrementarse con el paso de los días. Inicialmente puede aparecer tras un entrenamiento o actividad física; luego se comienza a percibir en el transcurso de la actividad física, finalmente el dolor comienza al iniciar una actividad y no es posible realizarla. Cuando progresa puede resultar siendo continuo aun en reposo.
En la exploración física de la zona afectada puede presentar dolor al presionar sobre ella, generalmente sobre el pubis, en ingle o en cara interna de raíz de muslo. El dolor suele intensificarse al realizar actividades que aumentan la presión intraabdominal como toser, defecar, estornudar o esfuerzos.
Se puede determinar debilidad de la pared inguinal mediante una exploración exhaustiva en decúbito dorsal y luego en posición de pie realizando un esfuerzo con la pared abdominal (maniobra de valsalva)
Causas de dolor inguinopúbico en deportistas
Las causas de la hernia del deportista pueden ser diversas, y a menudo estar relacionadas con la práctica de diferentes deportes y movimientos. Entre las más comunes que pueden generar esta lesión se incluyen:
Existe una relación íntima entre sínfisis del pubis, músculo recto abdominal y aductores. El dolor en la zona inguinal es complejo de analizar al confluir en esta zona muchas estructuras óseas, musculares y tendinosas, y todas ellas pueden lesionarse.
Diagnóstico
El diagnóstico implica una evaluación exhaustiva por parte de un profesional médico especializado. El profesional evaluará detalladamente el historial clínico del paciente, llevará a cabo un examen físico para evaluar su condición y solicitará pruebas diagnósticas para confirmar con precisión el diagnóstico.
En estas condiciones, tanto la ecografía como las imágenes por resonancia magnética y/o tomografía computarizadas han resultado útiles, pero la primera ofrece la ventaja de la exploración dinámica mientras que las restantes permiten el diagnóstico de lesiones óseas, articulares o tendinosas que deben ser consideradas en el diagnóstico diferencial. Es crucial descartar otras condiciones que puedan causar síntomas similares.
¿Se puede prevenir?
Para prevenir una hernia se requiere una combinación de estrategias para reducir la probabilidad de que suceda. Para lograrlo se destacan medidas como, realizar calentamientos y estiramientos para preparar los músculos aductores, abductores, oblicuos y rectos del abdomen antes de realizar deporte y prevenir tensiones innecesarias. También ejercicios para fortalecer los músculos necesarios y promover la flexibilidad. Es necesario mantener un peso saludable y estar alerta ante cualquier signo de malestar en la región inguinal son aspectos clave para lograr prevenir esta lesión.
El tratamiento para la hernia del deportista debe ser adaptado a las necesidades individuales de cada paciente. Puede ser variado y puede incluir fisioterapia o cirugía.
Dr. Martín Rodriguez, Staff de la Unidad de Hernia y Patología Quirúrgica de Pared Abdominal de Grupo Gamma.