La capacidad de hacer música es una actividad innata en el ser humano. Cuando hacemos música, sea silbando, tarareando, tocando un instrumento musical a solas o en conjunto, se pone en acción un proceso complejo de activación e interconexión de redes neuronales, que involucra una serie de actividades cerebrales. En el marco del Día Nacional de la Musicoterapia, que se celebró cada 23 de julio, queremos dar a conocer las características de nuestra profesión y transmitir de qué manera trabajamos los músicoterapeutas.
Hacer música requiere el uso coordinado y rítmico del cuerpo y que esa energía física sea transmitida del movimiento corporal al instrumento musical. También es un gran estímulo para el cerebro; la práctica de ejecutar algún instrumento es un proceso que involucra ambos hemisferios del cerebro.
La relación entre la música y el cerebro es fascinante ya que el procesamiento musical involucra diferentes partes del cerebro al mismo tiempo, por lo que son experiencias que potencian la neuroplasticidad.
La Musicoterapia es una disciplina que utiliza a la música como medio para desarrollar, estimular y rehabilitar diferentes aspectos de las personas. Sabemos que la música es un bien cultural que atraviesa diferentes esferas de la vida -tanto desde el punto de vista personal como social- y genera además un efecto directo en nuestro sistema nervioso y estado anímico.
UNA HERRAMIENTA PARA POTENCIAR LA SALUD
Los músicoterapeutas nos formamos para utilizar esta herramienta en pos de potenciar la salud y el bienestar de las personas o comunidades en las que nos insertamos. Tenemos que evaluar cuál es la necesidad en cada situación particular y la mejor forma de utilizar la música en cada caso. Pueden realizar Musicoterapia todas las personas que sientan afinidad hacia el elemento: no hay rango de edad específico ni una cualidad determinada ni tampoco hace falta tener conocimientos musicales para llevar a cabo esta terapia.
Particularmente, en INECO Neurociencias Oroño trabajamos de manera integral en la rehabilitación de personas que atraviesan diferentes enfermedades de origen neurológico. Desde la musicoterapia entendemos que muchas situaciones traumáticas que devienen de una condición patológica pueden ser abordadas desde la experiencia musical.
De allí que se propone el desarrollo de un espacio diferencial, que se desempeñe en conjunto con las otras disciplinas intervinientes en esta instancia de la rehabilitación del paciente, generando una producción sonora/corporal, con un trabajo individual o grupal, de acuerdo a los intereses singulares de cada participante.
Se abordan así ciertas instancias del padecimiento desde las dimensiones constitutivas del hacer musical: las variables físicas, expresivas, afectivas y relacionales de las personas. Pero esta práctica es, ante todo, como nos gusta decir en INECO: una forma divertida de ejercitar el cerebro.
Departamento de Musicoterapia. INECO Neurociencias Oroño.