La CREATIVIDAD es única en cada individuo. No hay fórmulas ni recetas. Ni tampoco se transmite como una regla, una ley o un plan. Es un camino que se recorre empezando por escucharnos a nosotros mismos, en nuestra capacidad de encontrarnos con nuestra esencia y nuestro deseo de transcender en la vida, dejando un aporte a la humanidad. Es un proceso de auto-encuentro para cualquier persona, independientemente de su edad, conocimiento o condición.
Si a esta situación le sumamos una aplicación en un ámbito organizacional, podemos generar una INNOVACIÓN. Una pequeña o mediana empresa puede iniciar nuevos productos, componentes de los mismos, formas de elaboración, proyectos de comercialización, formas de entrega y adaptación, etc. No sólo es una opción, es uno de los caminos que debe intentar una pyme para no quedar fuera del mercado o del sistema productivo, que van siguiendo los pasos de la evolución global.
El ESPÍRITU CREATIVO, según Daniel Goleman y otros, es más que una iluminación ocasional o un suceso novedoso, porque cuando despierta, anima el deseo de INNOVAR: nuevas formas de hacer las cosas y de convertir sueños en realidad. Aunque parezca mentira ésta ha sido la clave para muchos creadores de empresas: fundadores, gerentes, asesores y colaboradores en general de una pyme, cuyo paso por la misma, a través del tiempo, se fue alimentando de una energía creativa tal que se puede contagiar con el sano ejemplo. Una INNOVACIÓN debe funcionar en la práctica cotidiana, ser apropiada, útil, valiosa y significativa.
La CREATIVIDAD no es algo a transmitir o enseñar: es un camino a recorrer, tanto para las personas físicas como para las ideales (integradas por grupos productivos) para que a medida que pasa el tiempo, cada ser humano que trabaja en una pyme, física y/o intelectualmente, vaya dejando su impronta. Para que con el correr de los años, pueda sentirse feliz con su trabajo y su aporte, que a su vez se irá transmitiendo a nuevas generaciones. Este es el verdadero PROCESO DE CAMBIO que necesitan las empresas para crecer. Se debe crecer CON LA GENTE y la gente debe disfrutar con el crecimiento del lugar donde trabaja porque le permite sentirse realizada y no un mero repetidor de las mismas operaciones en el tiempo. Esto solo conduce al estrés, a la robotización y al hartazgo.
ALIMENTAR LA ESENCIA CREATIVA
Sentirse parte de una pyme VIVA, es sentirse VIVO y hace que el clima organizacional sea el necesario para alimentar la esencia creativa de cada individuo. Es un proceso circular donde el humano crea a partir de su cuerpo, su mente y su espíritu, partiendo de que cada ser es único e irrepetible, deberá cumplir con la misión que tiene en el mundo y con su capacidad de crear.
El esquema de valores que aportarán los líderes con su ejemplo cotidiano es la mejor capacitación para que predomine el goce con la creatividad y el reconocimiento más allá de la obligación y la mera paga. El ser humano necesita realizarse aún con las pequeñas cosas que dependen de su trabajo. El humano es creativo por naturaleza y el abuso de lo repetitivo puede disminuir notablemente esta condición lo que generará en él una permanente desmotivación.
Para que una pyme, crezca debe alentar permanentemente la creatividad en todos aquellos que la componen sin excepción alguna. Crear para vivir y vivir para crear, es una alternativa para crecer y ser feliz con el quehacer cotidiano que nos permite ser miembros activos de nuestra comunidad y legar ejemplos y valores a quienes nos seguirán en el camino de la vida.
Dra. CP Alicia Susana Nebbia.