Los agentes Chelsea McLellan y Kyle Schultz interceptaron a Derek Stokes en un control policial realizado el 8 de diciembre de 2015 en Cleveland, Ohio. Al registrarlo, descubrieron que tenía una orden de captura por robo y que llevaba heroína y cocaína en su vehículo.
McLellan lo esposó y lo subió a su vehículo para llevarlo a la prisión municipal. Schultz los siguió de atrás, en su propio automóvil.
Cuando estaban entrando al estacionamiento de la cárcel, el delincuente sacó un arma que tenía escondida en la pierna y le disparó a la agente mientras manejaba. El tiro le pegó en el chaleco antibalas, lo que le dio tiempo a salir y cubrirse.
Al ver lo que ocurría, su compañero también salió de su auto. Entonces comenzó un intenso tiroteo. El prisionero gritaba "¡mátenme, mátenme!" y no se rendía. Tras disparar 47 tiros, los policías lograron abatirlo.
La Fiscalía del Condado de Cuyahoga difundió el video de lo ocurrido esta semana. En su resolución, estableció que los agentes actuaron bien de acuerdo a las circunstancias.
Por Mariano D'Arrigo