La Cámara de Diputados provincial dio media sanción, por quinta vez, a un proyecto que declara de interés general y sujeto a expropiación el inmueble privado conocido como Quinta La Calamita, ubicado en Baigorria, donde funcionó un centro clandestino de detención durante la última dictadura militar.
Es la tercera vez que la diputada Alicia Gutiérrez, autora del proyecto, presenta la iniciativa: las dos anteriores perdieron estado parlamentario en Senadores, igual que otros dos proyectos anteriores de 2003 y 2008.
El predio ubicado en Eva Perón 1530 tiene unas diez hectáreas de extensión, de las cuales sólo se expropiaría una fracción, según indica el proyecto aprobado esta semana. Se estima que por esta quinta pasaron más de cien personas que actualmente están desaparecidas, además de embarazadas cuyo destino y el de sus bebés nacidos en cautiverio sigue siendo investigado por las Abuelas de Plaza de Mayo.
"El objetivo de la medida es preservar para la memoria colectiva uno de los sitios donde se cometieron aberrantes violaciones a los derechos humanos", explicó Gutiérrez, que ya había presentado la iniciativa en 2008 y 2010. Pero también tuvo antecesores: los diputados Eduardo Di Pollina en 2003 y Alfredo Cecci en 2005, cuyos proyectos corrieron la misma suerte truncada.
Codiciadas. Las preciadas hectáreas son de dominio privado y su dueño tendría intenciones de instalar allí un emprendimiento industrial. También es un predio muy deseado para la extensión urbana, ya que se encuentra a diez cuadras de la ruta 11 y a escasos metros de la autopista a Santa Fe. La pretensión de los legisladores y de los precursores de la expropiación es que en el lugar no sólo se instale un museo de la memoria, sino que el Equipo Argentino de Antropología Forense pueda trabajar sin restricciones.
Sólo una vez este grupo de investigadores pudo ingresar y excavar sólo una pequeña porción de la finca a través de una medida cautelar, a partir de las declaraciones del represor Eduardo Constanzo, quien indicó el lugar donde había una víctima enterrada. Sin resultados, la disposición cayó, pese a numerosos testimonios de testigos y condenados en la causa Guerrieri II.
La Calamita es uno de los 350 centros clandestinos de detención en todo e país y uno de los cinco del circuito represivo del Batallón de Inteligencia 121 de Rosario.
Pascual Guerrieri (ex agente del Batallón de Inteligencia 601 y jefe del centro clandestino de detención Quinta de Funes) eligió esta quinta como centro de tortura y detención bajo la órbita del II Cuerpo de Ejército, cuyos jefes eran Leopoldo Galtieri y Genaro Díaz Bessone, con el fin de desarticular la columna norte de Montoneros y detener a militantes del ERP y delegados de fábrica del cordón industrial. Por encontrarse dentro del departamento Rosario, la estancia de Baigorria estaba dentro del radio de actuación de la Unidad Regional II de policía.