
Lunes 19 de Abril de 2010
El vicepresidente Julio Cobos respondió ayer las duras acusaciones de las que fue objeto durante
toda la semana, al expresar que “ya no quedan descalificativos” contra su persona, pero
el jefe de gabinete, Aníbal Fernández, renovó la embestida, al afirmar que se ubica en el rol de
“Heidi” para quedar como “el bueno”.
Al funcionario se sumó el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, quien
consideró que “hay una distorción muy clara” en el rol que cumple Cobos en el gobierno,
al estar enfrentado con el kirchnerismo, e incluso ser considerado como uno de los presidenciables
del espacio opositor.
Cobos calificó de “irrespetuosos” a quienes lo tildaron de
“croupier del Senado” y de haber “usurpado el cargo” de vicepresidente,
como lo hicieron la presidenta Cristina Kirchner y el jefe de la CGT, Hugo Moyano.
“No quedan descalificativos en la lengua española para la figura
del vicepresidente”, protestó Cobos, quien fue duramente embestido por el gobierno luego de
avalar la votación en el Senado en la que se dio media sanción a la modificación del impuesto al
cheque.
“La dignidad no la voy a negociar, voy a seguir diciendo lo que
pienso, no voy a callar”, advirtió el mendocino.
Asimismo, afirmó “nadie más se va a dejar intimidar por la
presidenta”, luego de la media sanción para refomar el impuesto al cheque, y reclamó a Moyano
que “se dedique a defender a los trabajadores y no a intimidar a otros gremios para sumar
afiliados al suyo”.
Cobos pidió al gobierno que se ocupe “de la inflación y de la
corrupción” en lugar de hacerlo blanco de las críticas. Además, sostuvo que la andanada de
acusaciones que le propinó el oficialismo constituye una presión para sus próximos pasos, pero
recalcó que no piensa en renunciar.
“No hace falta que lo diga, este tipo de desacalificaciones son
presiones hacia uno”, declaró y aseguró que “nunca” pensó en abandonar el cargo,
ya que no tiene “derecho a renunciar”.
“Acá el problema es Cobos haga lo que haga. Todos pueden hablar de
inflación, menos Cobos”, se quejó en tercera persona y acotó: “Voy a defender mi
dignidad, como lo he estado haciendo, hasta que termine mi mandato”.
Consultados sobre si era un “deporte pegarle” a Cobos, dijo
“Parece que sí, haga lo que haga” y observó que, según el kirchnerismo, “Tengo
que estar como una maceta: no puedo opinar, no puedo visitar cualquier lugar”.
“Creo que no quedan descalificativos en la lengua española para la
figura del vicepresidente”, lamentó.
En tanto, Scioli sostuvo que “en su rol institucional hay una
distorsión muy clara” como cuando el vicepresidente aparece “acompañando a filas de la
oposición como la UCR”.
Sarcástico, Aníbal Fernández comparó al vice con “Heidi”, el
personaje de cuentos infantiles que vivía en las montañas suizas, al sostener que cuestiona al
gobierno nacional “desprovisto de toda responsabilidad”.
El je de los ministro lo desafió a que denuncie ante la Justicia algún
“hecho puntual” de “corrupción” en el gobierno si conoce un caso al
respecto y le reclamó que deje de hablar de “generalidades”.
“Todo lo que él dice, lo dice como si fuera Heidi, que es lo que
más me llama la atención, desprovisto de toda responsabilidad: él es el hombre bueno, el hombre
austero, el hombre que tiene en claro que tiene que cumplir todo con los mejores”, enfatizó
el jefe de gabinete.