El lanzamiento de un foro por parte de sectores políticos y sociales
—evidentemente opositores a la gestión municipal— "para aportar ideas para la ciudad",
según anunciaron, logró su cometido con creces. Necesitaron apenas una conferencia de prensa en un
coqueto bar de bulevar Oroño para generar lo que nunca antes había ocurrido: que el intendente
Miguel Lifschitz en persona saliera a responderles con una virulencia inusitada y demostrando
cierto nerviosismo por la movida.
Este foro, que por ahora ni siquiera tiene un nombre, mostró un amplio arco de
sectores políticos (PJ, UCR, PPS y MID) y sociales (gremios, universidad) y la aparición de una de
las personas más respetadas en ámbito de la salud: el doctor Armando Perichón.
Efecto Perichón. Perichón fue hasta no hace mucho titular del Incucai (Instituto
Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante) y presentó su renuncia cuando se filtró
que uno de los pacientes en espera era el mítico Sandro. Pero en lugar de ser criticado por ese
error involuntario, su figura creció aún más por su decisión de dar un paso al costado, calificada
por todos como ética y responsable.
Queda claro que, más allá de las declaraciones en el sentido de "aportar ideas"
para Rosario, detrás de esto hay una intencionalidad política que mira —sin decirlo—
las elecciones del año próximo.
También es cierto que la oposición al oficialismo socialista en la ciudad no ha
podido lograr que la ciudadanía la tenga en cuenta a la hora de disputar el Ejecutivo municipal y
está buscando una figura que pueda aglutinar a ese electorado, por ahora esquivo.
El justicialismo sabe que le será difícil arrancarle la primera minoría al PS en
los próximos comicios si no muestra un candidato que despierte nuevas expectativas.
A esta altura nadie puede poner en ese lugar a Perichón, pero queda claro que
las palabras que utilizó para abrir el foro, por lo menos permiten hacer algunas lecturas hacia el
futuro: "Siempre critiqué a muchos políticos por sus acciones, llegó el momento de participar en
lugar de criticar, de cambiar algunas cuestiones desde adentro", señaló.
Ahora cabría preguntarse por qué apenas una conferencia de prensa hizo que el
intendente dejara de lado su estilo contemporizador para trocarlo por la munición gruesa que
disparó, tildando a los integrantes del foro de "club de los fracasados", "desestabilizadores",
"dirigentes sin partido" que buscan ocupar "un cargo legislativo", entre otras cosas.
Desde la Intendencia se llamó al otro día de la conferencia de prensa a los
medios para convocarlos a una actividad en contra de la violencia a la mujer, pero alertando que
"después el intendente va a responder sobre el foro opositor". Es más, finalizado el acto se hizo
pasar a los periodistas a otra habitación, donde Lifschitz, con un nerviosismo y una tensión
desconocida en él, disparó todo el arsenal dialéctico sin olvidarse de nadie.
Evidentemente la actual gestión no atraviesa su mejor momento: la aguda crisis
financiera, los conflictos gremiales y —aunque todos lo nieguen— la interna en el
socialismo fueron mellando esa imagen que hacía que algunos confundieran a Rosario con
Barcelona.
Hay quienes sostienen que la relación entre Lifschitz y el gobernador Hermes
Binner no transita por su mejor momento. Que nadie del socialismo se enoje, pero "los buenos
tiempos" y "la provincia y la ciudad en una misma sintonía" que promovían los afiches de la campaña
electoral están lejos de concretarse.
Como ejemplo —aunque pueda tratarse sólo de un error— debe
mencionarse al parte de prensa de la Gobernación cuando fue la presentación del Congreso de la
Democracia, en septiembre pasado en la Facultad de Ciencia Política, al que asistieron Binner y
Lifschitz. Allí hablaron ambos, pero extrañamente el comunicado enviado a los medios desde la Casa
Gris no mencionaba la presencia del titular del Ejecutivo rosarino. Tal error quedó plasmado en el
despacho de la agencia Diarios y Noticias (DyN) que mencionaba a todos los presentes, menos al
intendente.
Tal vez habría que bucear en estas aguas turbulentas para encontrar el motivo
del enfado del intendente y sus colaboradores, que no titubearon en levantar teléfonos para buscar
colar una declaración en los medios el día de la conferencia del prensa del foro.
Lectura alternativa. La oposición viene leyendo esta situación, junto con las
críticas que se levantan por los aumentos en las tasas y en el precio del boleto. Claro que una
cosa es "saber leer" y otra construir una alternativa electoral.
Hasta ahora, este foro no pasa de la intención de apostar a la sinergia entre
actores políticos y sociales, que ya tiene previsto un segundo encuentro el 13 de febrero próximo,
y al que esperan sumar más sectores gremiales, empresarios y ecuménicos. Cualquier parecido con la
Coalición Cívica de Lilita Carrió es mera coincidencia; claro que acá no se ve a los liberales
Alfonso Prat Gay, Santiago del Sel ni al rabino cool Sergio Bergman ni a Patricia Bullrich.
Las elecciones para concejales de Rosario de 2009 están aquí a la vuelta.